La Justicia saudí absolvió hoy a tres de los ocho procesados por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi como autores intelectuales, entre ellos Saud al Qahtani, asesor personal del príncipe Mohamed bin Salman, en una sentencia que condena a cinco personas a la pena capital y que cierra en falso en primera instancia este escabroso crimen.
Poco más de un año después de que Khashoggi fuera asesinado en el consulado saudí en Estambul y de que su cuerpo -aún no encontrado- desapareciera, la Fiscalía General saudí anunció el veredicto, que considera que el crimen no fue premeditado sino accidental.
La sentencia del caso Khashoggi aportó hoy un nuevo capítulo a la secuencia de explicaciones dadas por el reino para aclarar el asesinato de este periodista saudí crítico moderado del régimen y columnista del diario The Washington Post el 2 de octubre de 2018 en el consulado saudí.
Además de Qahtani, Asiri y Al Otaibi también quedaron absueltos por falta de pruebas, mientras que otros tres fueron condenados por encubrimiento, sin embargo, las autoridades saudíes no especificaron ni las identidades ni las sanciones.
Una sentencia vista como una farsa
Las reacciones no se han hecho esperar y en su mayoría consideran que el proceso judicial ha sido una farsa.
"Los ejecutores son culpables, condenados a muerte. Los autores intelectuales no solo se van libres, apenas han sido tocados por la investigación y el juicio. Esto es la antítesis de Justicia, esto es una farsa", denunció en Twitter la relatora especial de la ONU para las Ejecuciones Extrajudiciales, Agnes Callamard.
Callamard, que encabezó una investigación de seis meses sobre el caso que concluyó en junio responsabilizando a Bin Salman por el crimen, indicó que los "acusados han declarado repetidamente que ellos obedecían órdenes".
Además, recordó que el fiscal general saudí afirmó en noviembre del año pasado que Al Qahtani había pedido el secuestro de Jamal Khashoggi por motivos de seguridad nacional.
Juicio internacional
La autoridad añadió que, según sus fuentes, "el fiscal había alegado que el asesinato de Khashoggi había sido premeditado. El príncipe heredero había defendido que fue un accidente, en contra de las pruebas. Adivinen a quién hizo caso el juez".
El director de la organización de derechos humanos saudí ALQST, Yahia Assiri, rechazó la sentencia y pidió "un juicio internacional" para el caso.
"Pedimos un juicio internacional, y no saudí, porque consideramos que Mohamed bin Salman está implicado en el crimen y la Justicia saudí no es independiente", señaló a EFE el director de la ONG.
El Gobierno turco afirmó que la sentencia está "lejos de cumplir las expectativas" de hacer justicia.
La sentencia está "lejos de cumplir con las expectativas, tanto de nuestro país como de la comunidad internacional, de que se aclaren todos los aspectos del crimen y se haga justicia", manifiesta el Ministerio turco de Exteriores.
Familia satisfecha
Quien sí se dio por satisfecho ha sido Salah Khashoggi, hijo de Jamal, quien ya en el pasado había aparecido públicamente junto al príncipe heredero para respaldar la actuación de las autoridades en el caso de su padre.
"La Justicia se basa en dos principios: lograr la justicia y la rapidez del procesamiento, y con eso no hay injusticia ni dilación. Hoy, el poder judicial nos dio justicia a nosotros, los hijos del fallecido Jamal Khashoggi. Manifestamos nuestra confianza en el poder judicial saudí a todos los niveles", escribió en Twitter.