Explosión no causó víctimas ni daños, según los testigos.
Por secreto militar está prohibido difundir a los medios el nombre de la persona afectada.
El cohete que el brazo armado de Hamás disparó el viernes contra Jerusalén cayó cerca de la vivienda de una destacada autoridad política israelí, a escasos diez kilómetros de la ciudad, según informó EFE.
El lanzamiento, el primero de este tipo contra la ciudad en décadas, se produjo a mitad de la tarde cuando sonaron las sirenas antiaéreas y un minuto después se escucharon entre una y dos explosiones, según distintos testigos, en toda la parte sur.
Los medios locales confirmaron que se había producido un solo impacto en el bloque de asentamientos judíos de Gush Etsión, en el distrito cisjordano de Belén y a unos seis kilómetros del extremo sur de Jerusalén.
En tiempos de guerra, la censura israelí prohíbe a los medios nacionales y extranjeros difundir la ubicación exacta o parámetros geográficos del impacto de un misil, o de cualquier otro tipo de información que pueda facilitar la puntería al enemigo.
La explosión en este caso, que no causó daños ni víctimas, se produjo más cerca de la aldea palestina que está al otro lado del valle que del asentamiento judío, dijeron los testigos, que desconocen si la personalidad en cuestión se encontraba en ese momento en la vivienda.
La desagradable sorpresa para los servicios de inteligencia de Israel
Inmediatamente después de la explosión, EFE había constatado el sonido de sirenas de un relativamente alto número de patrullas policiales que circulaban rápidamente en dirección al lugar en el que los testigos sitúan el impacto.
Por otro lado, una fuente con acceso a las comunicaciones por radio de la Policía israelí, explicó a EFE que en realidad fueron dos los cohetes disparados contra Jerusalén, pero que debido a que los restos del segundo no han sido encontrados se ha preferido confirmar sólo uno dentro de una estrategia de desinformación común en períodos bélicos.
A pesar de que no alcanzó los límites de la ciudad, el ataque contra Jerusalén ha sorprendido a los servicios de inteligencia israelíes, que no esperaba que dentro de la ofensiva Pilar Defensivo Hamás se atreviera a atacar la ciudad que alberga el tercer lugar más sagrado para el islam y donde viven un cuarto de millón de palestinos.
