El presidente israelí, Isaac Herzog, expresó su "condena enérgica" al ataque de colonos israelíes contra palestinos en el norte de Cisjordania ocupada, en el que un palestino fue asesinado y más de 300 heridos, además de numerosos daños materiales.
"Tomar la ley en sus propias manos, provocar disturbios y cometer actos de violencia contra inocentes: esta no es nuestra manera, y expreso mi enérgica condena", señaló el presidente en un comunicado.
Herzog indicó que deben ser las fuerzas de seguridad israelíes las que "detengan al despreciable terrorista y restablezcan el orden de inmediato".
El presidente se refería al autor palestino de un ataque con disparos ayer por la tarde en una carretera al norte de Cisjordania, en el que murieron dos hermanos colonos israelíes, Hilel y Yagel Yaniv, de 22 y 20 años, que residían en el asentamiento judío de Har Bracha, a pocos kilómetros de Huwara.
Como represalia, horas después, cientos de colonos irrumpieron ayer por la noche en las localidades palestinas de Huwara, Burin, Zatara, Odala y Asira al Qabaliyya, armados con cuchillos, palos, piedras y armas de fuego, para agredir palestinos y asesinaron a Sameh Hamdala, de 37 años.
En el asalto resultaron heridos 300 palestinos, al menos 75 casas fueron incendiadas y 35 de ellas quedaron totalmente calcinadas, así como más de un centenar de vehículos.
La oficina del presidente palestino, Mahmud Abás, describió el asalto de los colonos como "terrorismo" y responsabilizó al Gobierno israelí.
"Pido que aunque la sangre hierva y los ánimos están calientes, que no tomen la ley en sus manos. Pido que dejen que el Ejército y las fuerzas de seguridad hagan su trabajo", llamó ayer el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, cuando los colonos clamaron venganza tras el ataque palestino.
Netanyahu calificó el ataque palestino como "una terrible tragedia" y se mostró confiado en que las fuerzas de seguridad capturarán pronto al responsable. "Juntos venceremos al terrorismo", añadió.
Esta jornada violenta se desarrolló mientras delegaciones israelí y palestina se reunían en la ciudad jordana de Aqaba, con representantes de Jordania, Egipto y EEUU, para intentar lograr medidas conjuntas para desescalar la violencia en Cisjordania.