El Gobierno de Estados Unidos rechazó este lunes que haya un "genocidio" en la Franja de Gaza, pero pidió a Israel que "haga más" para garantizar la protección de los civiles en el enclave palestino.
"Creemos que Israel puede y debe hacer más para asegurar la protección y el bienestar de los civiles inocentes. No creemos que lo que está ocurriendo en Gaza sea un genocidio", declaró el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en una rueda de prensa.
Sullivan reiteró que Estados Unidos se opone a una operación militar a gran escala sobre Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, fronteriza con Egipto y donde se hacinan unos 1,4 millones de gazatíes, la mayoría que han huido de ataques israelíes en el resto del enclave.
"Creemos que sería un error lanzar una operación militar a gran escala en el corazón de la zona, lo que pondría en riesgo a un enorme número de civiles", enfatizó Sullivan.
"ALCANCE LIMITADO"
Hasta ahora, el Ejecutivo estadounidense ha considerado que la operación israelí en Rafah tiene un "alcance limitado" y que no se trata de la "invasión a gran escala" contra la que lleva advirtiendo desde hace meses.
Según estimaciones de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), unas 360.000 personas han huido de Rafah desde la primera orden de evacuación emitida por el Ejército israelí hace una semana, cuando pidió inicialmente evacuar los barrios más orientales a las afueras de la localidad, donde había unas 100.000 personas.
Sin embargo, el fin de semana Israel amplió la orden de desplazamiento a más áreas del centro de Rafah y este lunes sumó otros dos barrios ubicados en la mitad occidental.
Más de 35.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, han muerto desde el inicio de la guerra en Gaza el pasado 7 de octubre y casi 79.000 han resultado heridos, a los que se suman unos 10.000 desaparecidos que se cree que pueden estar atrapados bajo los escombros de los edificios destruidos por los bombardeos.