Israel afirmó que el fallecido era un "francotirador" que disparó contra sus tropas, ante lo que respondieron con fuego.
Por otra parte, un atropello causó 14 heridos, 12 de ellos soldados israelíes, en Jerusalén.
Un palestino de 19 años murió este jueves por un disparo israelí durante una protesta contra una demolición en Cisjordania, la segunda muerte en dos días en enfrentamientos con el Ejército de Israel y en un marco de creciente tensión.
El portavoz militar Jonathan Conricus afirmó que el fallecido era un "francotirador" que disparó contra sus tropas, ante lo que respondieron con fuego, y calificó los enfrentamientos de "gran magnitud", en los que los palestinos lanzaron también explosivos y cócteles molotov.
La agencia oficial de noticias palestina, Wafa, identificó al joven como Yazan Abu Tabikh y agregó que otros siete palestinos fueron heridos en los enfrentamientos, que tuvieron lugar mientras las fuerzas de seguridad israelíes demolían, por segunda vez, la casa del autor de un ataque en 2018.
En otro incidente, también en la ciudad de Jenín, un miembro de las fuerzas de seguridad palestinas fue herido por un disparo israelí, en lo que el Ejército describió como un "episodio confuso" y no pudo precisar cómo fue herido.
Por otra parte, un atropello causó 14 heridos, 12 de ellos soldados israelíes, en la parte occidental de la ciudad de Jerusalén que las fuerzas de seguridad consideran un "ataque intencional", aunque se desconoce la identidad del conductor, que se dio a la fuga.
Estos incidentes se suman a la muerte este miércoles de un joven palestino de 17 años de la ciudad cisjordana de Hebrón, que se convirtió en la primera víctima mortal tras ser disparado por un soldado israelí en una de las protestas que se suceden desde la semana pasada contra la propuesta de paz de EE.UU.
La inestabilidad ha vuelto principalmente a la frontera entre Israel y la Franja de Gaza, donde se han registrado ya cinco jornadas con disparos de proyectiles y bombardeos israelíes de represalia.
La llamada "Visión de Paz", rechazada unánimemente por los palestinos, plantea la creación de un Estado palestino con soberanía limitada, la anexión de parte de Cisjordania ocupada y una capital en una zona reducida y periférica de Jerusalén Este.
