El jefe del Servicio de Seguridad general israelí, Yuval Diskin, aseguró ante el Parlamento que el Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) "es un peligro estratégico a largo plazo para Israel".
Ante la Comisión Parlamentaria para Asuntos de Seguridad, el titular del Shin Bet manifestó que "si se crea un Estado islámico radical sunita" en los territorios palestinos, "representará un grave peligro" para el estado judío.
Diskin explicó a los legisladores que la gravedad radica en que si en esos territorios se consolida un Estado controlado por Hamas, militantes de todos los sectores radicales del Islam, desde los de Irán y la Yihad Mundial, hasta los de Arabia Saudí y Al Qaeda, llegarán a los territorios palestinos para combatir contra Israel.
Según la Constitución de Hamas -movimiento fundado en 1988 en Gaza por el jeque Ahmed Yasín, muerto en 2004 en uno de los "asesinatos selectivos de la Fuerza Aérea israelí- su objetivo final es un Estado palestino teocrático "desde el mar Mediterráneo hasta el río Jordán", el límite con el vecino reino de Jordania.
Para conseguir un Estado así, tendrían que eliminar antes a Israel, fundado en 1948 "en tierras sagradas del Islam", motivo por el cual se niega a reconocerlo, y repudian hasta la fecha los acuerdos de Oslo suscritos en 1993 por el histórico líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yaser Arafat.
Diskin advirtió al Gobierno del primer ministro en funciones, Ehud Olmert, de que "no caiga en la trampa de miel" de Hamas algunos de cuyos dirigentes ofrecen negociar "una tregua prolongada" (hudna), en lugar de la paz según el plan del Cuarteto de Madrid, conocido como "Hoja de ruta".
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) bajo la presidencia de Arafat y el Gobierno israelí acordaron negociar según las condiciones de esa "Hoja de ruta", documento que también impugna Hamas.
Según el jefe de los servicios secretos para los territorios palestinos y dentro de Israel, el tiempo de una "hudna", cualquiera que sea su duración, lo aprovechará Hamás para consolidar su hegemonía en Cisjordania y Gaza, que se convertirán en focos de atracción para los radicales que reclaman la "Palestina islámica".
Además, el responsable de seguridad reveló a los miembros de la comisión que efectivos israelíes incautaron en la ciudad palestina de Belén un mortero para proyectiles de 60 milímetros, robado al Ejército, y apuntando hacia Jerusalén, a menos de ocho kilómetros de distancia.
El presidente de la Comisión, Yuval Steinitz, del derechista Likud, señaló que "tenemos que estar todos preocupados por lo que nos dice Diskin. Nada de amenazas ni presiones (al presidente Abás y a la ANP). Lo que Israel debe hacer es tomar al toro por las cuernos".
Lo que Israel debería hacer, apuntó Steinitz, es impedir el surgimiento de un gobierno de Hamas, que a principios de marzo próximo pediría el correspondiente voto de confianza al Parlamento palestino para entrar en funciones.
El presidente de la ANP, Mahmud Abás, tiene previsto comenzar la noche de este lunes en Gaza negociaciones con el candidato a primer ministro, Ismail Haniye, y otros dirigentes de Hamas, para formar el próximo gobierno tras las elecciones del pasado 25 de enero en Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental. (EFE)