Las milicias palestinas que capturaron al soldado israelí Guilad Shalit exigieron a Israel la liberación de 1.000 presos palestinos, árabes y musulmanes a cambio de información sobre el uniformado, lo que fue rechazado por las autoridades de Israel.
En un comunicado a los medios de prensa bajo el título de "Declaración militar Número 2", los milicianos aseguraron que piden "demandas justas e humanitarias", y reiteraron la petición de que Israel deje en libertad a las mujeres y menores de edad presos en sus cárceles, presentada hace cinco días en una primera nota.
En la nueva nota, las tres milicias fijaron en 1.000 el número de "presos árabes, palestinos y musulmanes" que han de ser liberados por Israel, pero no hablaron explícitamente de la liberación de Shalit, y únicamente ofrecieron suministrar "información" sobre él.
No obstante, analistas locales aclararon, que la intención de las milicias palestinas es canjear al militar, por lo que el comunicado de este sábado debe ser visto como una oferta en ese sentido.
Shalit fue capturado el domingo 26 de junio por el brazo armado del movimiento islámico Hamas -los Batallones Azedín Al Kasem-, los Comités Populares de Resistencia y el hasta entonces desconocido Ejército Islámico, en una operación en territorio israelí en la que murieron otros dos soldados.
El médico palestino que visitó al rehén aseguró que se encuentra en buen estado, y que sufre heridas en el abdomen y el hombro que no revisten gravedad alguna.
Una destacada fuente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) dijo a la radio pública israelí que el doctor visitó a Shalit, al parecer el jueves 29 de junio, y que la información fue transmitida al Gobierno israelí ese mismo día.
En un principio las tres milicias no permitieron visitas de médicos, pero cedieron al final, tras las presiones del Gobierno egipcio sobre el liderazgo político de Hamas en el exilio.
Israel no acepta canje
La oferta de canje se encontró con un portazo, ya que el Gobierno del primer ministro israelí, Ehud Olmert, prefiere la opción militar para tratar de forzar la liberación del soldado.
"No haremos ningún canje, lo tienen que dejar en libertad y, si no lo hacen, lo liberaremos nosotros", aseguró Yariv Ovadia, portavoz del Ministerio israelí de Relaciones Exteriores.
Israel defiende desde siempre la política de que "no negociará con el terrorismo", aunque en los últimos 30 años ha efectuado una docena de canjes con grupos armados palestinos y libaneses, el último en 2004 con la guerrilla Hizbulá.
El miércoles 28 de junio, Israel lanzó una operación en la franja de Gaza en la que ha ocupado la parte sur de la banda, y ha atacado por tierra mar y aire distintos objetivos estratégicos, como plantas de electricidad, campos de entrenamiento de las distintas milicias, oficinas de representantes gubernamentales de Hamas y vehículos de milicianos que se dirigían al norte para lanzar cohetes Al Kasam.
Sólo esta madrugada, el Ejército israelí disparó unos 350 proyectiles de artillería contra la franja de Gaza y bombardeó siete carreteras, informaron fuentes militares.
Las fuentes señalaron que los proyectiles fueron disparados contra zonas deshabitadas desde las que las milicias palestinas suelen lanzar sus cohetes Al Kasam contra el territorio de Israel, la mayoría en el norte de Gaza.
Asimismo, en una redada el jueves de madrugada en Cisjordania y Jerusalén, Israel arrestó a decenas de militantes de Hamas, entre ellos diputados y ministro del Gobierno de la ANP.
La escalada de la violencia en la región ha llegado en las últimas horas al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), a petición de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y de dos Estados árabes que exigen una condena que frene la ofensiva israelí.
En su primera reunión, los miembros del Consejo no alcanzaron un acuerdo para condenar las acciones de Israel, que espera que tenga también en cuenta "los crímenes del movimiento islámico Hamas" antes de decidir si merece realmente una condena.
"Israel espera que el Consejo de Seguridad vea el secuestro de soldados y colonos por las organizaciones terroristas palestinas, los incesantes ataques en la frontera común y todos los misiles disparados estos meses contra la ciudad de Sderot", subrayó Ovadia.
El portavoz afirmó que su Ministerio no emitirá ninguna reacción oficial hasta que no se cierre el debate en Nueva York, pero afirmó que la ONU tiene la obligación de reconocer el derecho de Israel a la autodefensa. (EFE)