Ante el ultimátum de Israel para forzar el éxodo de más de 1,1 millones de personas del norte de la Franja de Gaza y el "silencio" de Occidente, los países y organismos árabes en Oriente Medio han mostrado su frustración y amargura por la casi inexistente condena internacional a los "crímenes de guerra" que está sufriendo la población palestina.
"Grave violación del derecho internacional" y "crimen de guerra". Estos han sido los conceptos más repetidos durante la jornada de hoy por la Liga Árabe, Egipto, Arabia Saudí, Catar, Jordania y la Organización de la Cooperación Islámica, entre otros, que han alzado la voz para que el sufrimiento de los palestinos no sea ignorado.
Ya se lo advirtió ayer el líder de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, a Josep Borrell, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (EU): "Es importante que Europa preste atención a la verdad y se ajuste a los principios de los que habla", algo que también trasladó a Naciones Unidas.
Un aluvión de condenas a ese silencio occidental ha sido la máxima de varios países árabes. Incluso el rey de Jordania, Abdalá II, ha emprendido una gira por Europa con el objetivo de dar voz a los palestinos.
"SILENCIO VERGONZOSO"
"Es el silencio ante una agresión que los despoja de su humanidad y de su derecho a la protección. Y es un silencio ante las flagrantes violaciones del derecho internacional por parte de la ocupación", denunció hoy el ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, tras anunciar la visita del monarca a Europa.
El ultimátum de Israel a Gaza no solo significa el desplazamiento de 1,1 millones de personas en poco más de 24 horas -algo que la propia ONU dice que es "imposible"- sino que también sumir a los más de 2,2 millones de gazatíes al borde de una catástrofe humanitaria "sin precedentes".
El bloqueo israelí ha dejado a más de 2 millones de palestinos sin acceso al agua potable, según Naciones Unidas, que hoy advirtió que la situación en la Franja es "una cuestión de vida o muerte".
Además, los temores de que los palestinos no puedan retornar a sus hogares tras la inminente operación terrestre de Israel en Gaza aumentan, al mismo ritmo de las advertencias de que se trata de una limpieza étnica.
El presidente del Parlamento árabe, Adel al Asumi, calificó de "genocidio abierto" las medidas impuestas por Israel sobre el enclave, si bien al político le supo aún peor el "silencio vergonzoso" de la comunidad internacional ante el mismo.
LA AYUDA HUMANITARIA QUE NO LLEGA
Los bombardeos israelíes sobre Graza han dejado más de 2.200 muertos y casi 9.000 heridos, unas cifras que en solo una semana de guerra se acercan a los 2.250 palestinos que fallecieron en el conflicto de 2014 con Israel que se prolongó por dos meses.
Hacinados en refugios, escuelas, hospitales y sin acceso al agua, comida ni suministros médicos, varios países como Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Irak o Turquía han mandado aviones con ayuda humanitaria al Sinaí egipcio.
De ahí tendría que entrar a Gaza a través del paso de Rafah, el único acceso al enclave que no está controlado por Israel y cuyas inmediaciones han sido bombardeadas por el Estado judío al menos tres veces esta semana.
Por esto, las conversaciones de hoy entre los líderes árabes con sus homólogos occidentales se han centrado también en cómo hacer llegar esa ayuda a los más necesitados, e incluso han sugerido que presionen a Israel para que afloje la soga del cuello de los gazatíes.
"Los civiles palestinos no son menos humanos que los civiles israelíes. La guerra que Israel declaró destinada a eliminar a Hamás está matando y desplazando a palestinos inocentes", le trasladó hoy el ministro de Exteriores jordano a su homóloga canadiense, Mélanie Joly.