El proyectil fue interceptado por la Cúpula de Hierro y el ataque no registró heridos.
El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí advirtió en que si la situación escala "Hamás y la Franja de Gaza pagarán un precio alto".
Milicianos palestinos de la Franja de Gaza dispararon hoy un nuevo cohete hacia Israel sin dejar heridos, en el tercer día consecutivo de lanzamientos desde el enclave.
Según informó el Ejército israelí, el proyectil hizo sonar las alarmas en la ciudad de Sderot, la más cercana a la Franja, y fue interceptado por el sistema de defensa antiaérea Cúpula de Hierro.
INTERCEPTADO: Terroristas en Gaza acaban de lanzar un cohete hacia civiles israelíes. Fue interceptado en el aire por nuestro Sistema de Defensa Aérea Cúpula de Hierro. pic.twitter.com/iIqshNTwb7
— FDI (@FDIonline) September 12, 2021
Este cohete es el tercero disparado en tres días seguidos y llega en un contexto de tensión, desencadenado por la fuga de seis presos palestinos de una cárcel israelí de alta seguridad, de los cuales dos continúan prófugos mientras que los otros cuatro fueron recapturados en los últimos días.
Los dos cohetes lanzados el viernes y el sábado fueron seguidos por bombardeos de represalia israelíes sobre objetivos del movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en el enclave y al que Israel responsabiliza por todas las hostilidades que emanan desde allí.
Además, durante los últimos días se registraron múltiples manifestaciones en apoyo a los reos, tanto en Jerusalén Este como en Gaza y la Cisjordania ocupada.
"Continuaremos dedicando todas nuestras capacidades, herramientas y tecnología para atrapar a los terroristas que escaparon", declaró hoy el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Aviv Kochavi.
Luego agregó que el Ejército está "trabajando para preservar la seguridad en todos los frentes" y advirtió de que "si la situación escala, Hamás y la Franja de Gaza pagarán un precio alto".
Si bien estos disparos de cohetes y los posteriores bombardeos de represalia no han causado heridos y daños graves, estos tres días consecutivos de hostilidades en la zona representan la primera seguidilla de ataques desde la escalada bélica del pasado mes de mayo, la más sangrienta desde la guerra del 2014.
