La Policía israelí ha abierto una investigación interna sobre la represión policial durante las manifestaciones antigubernamentales anoche en Tel Aviv por la gestión de la guerra en Gaza, que se saldaron con 21 detenidos y varios heridos.
El Departamento de investigaciones internas de la Policía ha decidido abrir una investigación, según confirman medios hebreos.
Los manifestantes, liderados por el colectivo de las familias de los rehenes en Gaza, protestan cada sábado en Tel Aviv y otras ciudades de Israel para exigir al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que acceda a un alto el fuego con Hamás que permita la liberación de los 130 rehenes que quedan en el enclave palestino.
Anoche la protesta en Tel Aviv adoptó un cariz más violento cuando los manifestantes lograron cortar el tráfico de la autopista Ayalon, a lo que la policía respondió disparando por primera vez en estas manifestaciones el cañón de agua, y desplegando a la policía montada.
En las redes sociales circulan vídeos en los que se ve como un agente a caballo usa las riendas para golpear a un manifestante, que cae al suelo mientras se protege la cabeza, lo que ha elevado en enfado ciudadano.
Los enfrentamientos de anoche, los más violentos de su tipo desde el estallido de la guerra el 7 de octubre, se saldaron con 21 detenidos y varios heridos en la calle Kaplan, frente a la base militar de Kirya, que es el cuartel general del Ejército y el Ministerio de Defensa, y donde se reúne el gabinete de guerra.
Al menos dos de los manifestantes arrestados eran líderes del movimiento de protesta contra el gobierno que se inició en enero de 2023 cuando se anunció la polémica reforma judicial de Netanyahu, y que desató nueve meses de protestas antigubernamentales por esa medida vista como una amenaza a la separación de poderes y la democracia.
Desde la guerra en Gaza, fueron las familias de los rehenes los que iniciaron un tímido movimiento de protesta, que ha ido creciendo y se ha fundido con el amplio movimiento democrático antigubernamental que se fraguó hace un año.
"La violencia policial contra los manifestantes, entre ellos las familias de los rehenes, es peligrosa, antidemocrática y no puede continuar", afirmó en su cuenta de X el líder de la oposición, Yair Lapid.
"El derecho a protestar es un derecho fundamental y no se lo pueden arrebatar a los manifestantes con porras y cañones de agua", agregó.
La Policía informó anoche de que los 21 arrestos se debieron a que éstos "se reunieron ilegalmente y perturbaron el orden", y acusó a los detenidos de salir "con el propósito de enfrentarse a los agentes y no para una protesta legítima".