El relator de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados palestinos, Richard Falk, se mostró "conmocionado" por la muerte de manifestantes palestinos a manos del Ejército israelí en la jornada de la Nakba, y exigió el fin de la confiscación de tierras por parte de Israel.
"C
onmemoro este año la Nakba (el día de la creación del Estado de Israel y el comienzo de la ocupación de Palestina) conmocionado por la muerte de manifestantes que celebraban ese día en los territorios ocupados y en otras zonas de la región", señala Falk en un comunicado.
"Desde la Nakba, el 15 de mayo de 1948, Israel ha ido confiscando continuamente tierra palestina con el fin de construir asentamientos ilegales y poblarlos con ciudadanos israelíes. Es sorprendente que nadie en la comunidad internacional haya dado un paso al frente, en 63 años, para obligar a Israel a cumplir la ley internacional", agrega el relator en su duro mensaje.
Falk afirma que "el legado de Israel de limpieza étnica persiste, y se manifiesta en numerosas amenazas a la seguridad de la residencia de los palestinos que viven bajo la ocupación".
El relator constata que la construcción del Muro israelí en Cisjordania "supone una confiscación del 12 por ciento adicional de tierras y la demolición de casas palestinas, en flagrante desafío a la opinión del Tribunal Internacional de Justicia".
Señaló que la semana pasada siete familias palestinas en el pueblo cisjordano de Al Walaja recibieron órdenes de demolición de sus viviendas, "lo que nos recuerda que la Nakba continúa".
Falk acusa al gobierno israelí de mantener su política de hechos consumados, forzando a los palestinos a abandonar sus casas, tierras y vidas, creando una anexión virtual".
"Esto es un claro ejemplo de algunos planes siniestros que Israel ha empleado a lo largo de los años para vaciar la Palestina histórica de sus habitantes originales, con el fin de hacer espacio para los ciudadanos israelíes".