Se expone a la pena de muerte en caso de ser hallado culpable.
Según datos oficiales, 846 opositores murieron en las revueltas.
El ex presidente egipcio, Hosni Mubarak, será finalmente juzgado por las autoridades judiciales de su país junto a sus dos hijos, Ala y Gamal.
El fiscal general Abdel Meguid Mahmud les acusa del "asesinato premeditado de manifestantes" durante las protestas pacíficas que estallaron el pasado 25 de enero.
Los tres acusados, que según la legislación egipcia podrían ser condenados a muerte, se encuentran actualmente detenidos.
El ex jefe de Estado permanece en el hospital de Sharm el Sheij, mientras que están sus dos hijos en la prisión de Tora, en El Cairo.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna Egipto desde la salida de Mubarak, negó la semana pasada haber estudiado la posibilidad de indultar al presidente depuesto, acusado también de enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias y daños premeditados a los fondos del Estado.
Según un balance oficial, 846 personas perdieron la vida durante la revuelta popular que acabó con el régimen de Mubarak.
