Siria y todas las potencias que han luchado para acabar con la presencia territorial del Estado Islámico (EI) celebran en estas horas el anuncio de su derrota.
La caída del último bastión del grupo yihadista en Siria ha llevado a diversos países a anunciar con esta auspiciosa noticia. Pero, ¿se puede dar por cerrado el capítulo de una de las organizaciones terroristas más peligrosas del mundo?
El EI ha sembrado hace años una ideología radical, que es seguida por numerosos acólitos procedentes de distintas nacionalidades.
Esto y otros aspectos claves hacen pensar que el final del EI estaría lejos de ser declarado.
Vuelta a la insurgencia en Irak
El que era el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, declaró a bombo y platillo el final del ISIS, pero esto fue sólo el comienzo de lo que se ha convertido ahora en un regreso de los yihadistas a las operaciones que realizaban desde su formación, y que conocen muy bien.
En la actualidad, prácticamente no hay un día en el que no reivindiquen a través de sus canales atentados en Irak: ataques a las fuerzas de seguridad, secuestros y ejecución de civiles; incluso con imágenes que datan de las últimas semanas y en las que se muestran a personas ejecutadas extrajudicialmente.
La retirada estadounidense de Siria
El anuncio de Donald Trump de retirar las tropas estadounidenses presentes en Siria, respaldando a las Fuerzas de Siria Democrática (una alianza liderada por kurdos que ha luchado contra los yihadistas) sacudió el escenario del frágil país mediterráneo, que combate a contracorriente para salir del conflicto, que ha entrado en su noveno año.
El Estado Islámico aún controla territorios
Oficialmente, el Estado Islámico ha dejado de controlar poblaciones, pero se alza todavía en el desierto que se extiende en el sureste de Siria y que escapa al control del Gobierno sirio, que también ha llevado en paralelo una ofensiva a las de las FSD para acabar con los extremistas en la otra orilla del río Éufrates.