El Ejército israelí retiró en las últimas horas decenas de blindados de la ciudad cisjordana de Naplusa y ha levantado el toque de queda, pero continúa la operación de busca y captura de milicianos palestinos, y la destrucción de sus instalaciones, informó un portavoz militar.
"La Operación Invierno Caliente (que empezó hace tres días en Naplusa) sigue, aunque se han retirado decenas de blindados y todoterrenos del Ejército", añadió el portavoz.
La vida regresaba esta mañana a la normalidad en esa ciudad del norte de Cisjordania al ser levantado el toque de queda que desde el domingo pasado afectaba a unos 50.000 vecinos en la zona del abigarrado casco antiguo, la Alcazaba.
Fuentes palestinas informaron de que se reanudó esta jornada la actividad escolar y comercial en la localidad, la mayor de ese territorio ocupado, con 180.000 habitantes, después de la concentración urbana de los palestinos en Jerusalén, con unos 250.000 miembros.
El portavoz militar confirmó que el toque de queda fue levantado tras la retirada, aparentemente provisional, de las tropas. El Ejército suele operar en cualquier momento en Naplusa y Jenín, consideradas centro de la actividad de la resistencia palestina.
Un alto mando de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, citado por la versión electrónica del diario Yediot Aharonot, opinó que el repliegue de los carros y las tropas de la ciudad es un ardid del Ejército israelí para que salgan de sus escondites siete milicianos que aún no ha podio capturar.
La retirada de los soldados y de más de cien de esos vehículos, carros blindados y excavadoras comenzó la noche del lunes, horas después de que el comandante del regimiento de Judea y Samaria (Cisjordania), teniente general Yair Golán, dijera en rueda de prensa telefónica con representantes de la prensa extranjera que la Operación "seguirá hasta alcanzar sus objetivos".
Uno de ellos -además de atacar la "infraestructura terrorista"- es la captura de siete milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, afiliadas al movimiento nacionalista Al Fatah, que encabeza el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás.
Portavoces de la ANP denunciaron la incursión militar de Israel, la de mayor en intensidad desde la "Operación escudo de defensa" de 2002, en pleno levantamiento palestino (Intifada), y pidieron la intervención de la comunidad internacional para detenerla.
El general Golán informó de que los palestinos buscados no fueron encontrados aún pues se trata de una tarea "muy compleja y difícil" de llevar a cabo en zonas urbanas y, agregó, "ello toma su tiempo".
Desde que comenzaron las operaciones, concentradas en la abigarrada Alcazaba, los soldados israelíes mataron a un palestino de 41 años, Anan al Tibi, e hirieron a otro; también resultaron heridos dos soldados. (EFE)