El gobierno de Benjamín Netanyahu decidió cancelar los beneficios otorgados por el Ramadán.
Cuatro personas fallecieron en un atentado este miércoles.
Se impuso un bloqueo a la localidad de Yatta.
El Gobierno israelí canceló este jueves los más de 80.000 permisos que se habían concedido a palestinos con motivo de la fiesta de Ramadán, según informó la oficina del primer ministro.
La decisión la tomó el gabinete reducido de asuntos de seguridad del Gobierno de Israel en una reunión de emergencia convocada por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, tras la muerte la noche del miércoles de cuatro israelíes en un atentado en Tel Aviv que cometieron dos palestinos de Cisjordania.
Israel había concedido los permisos de tránsito para agilizar el desplazamiento de palestinos durante el mes de ayuno, permitiendo que cruzaran por su territorio para reencontrarse con sus familiares en Gaza y Cisjordania.
En la reunión, los ministros más destacados del Gobierno escucharon la valoración de los altos mandos y sus recomendaciones sobre medidas de seguridad.
Según el comunicado, el gabinete decidió imponer el bloqueo a la localidad de Yatta, en la que residían los atacantes y que desde anoche está tomada por el Ejército, y anular también los permisos de trabajo del clan familiar al que pertenecían.
"Se ha impuesto un completo bloqueo al pueblo de Yatta y han sido revocados los permisos de trabajo del clan de los dos terroristas", dice la nota de prensa.
En la reunión se abordó también la situación de las brechas que hay en la barrera de separación entre Israel y el territorio palestino, que aparentemente permitió ayer a los atacantes llegar hasta Tel Aviv, a sólo 75 kilómetros.
Según los planes del Gobierno antes del ataque, el próximo 28 de junio debían comenzar los trabajos para cerrar la que está a la altura de Yatta.
En ese sentido, el Ejecutivo israelí decidió desplegar más fuerzas en la zona hasta que se completen los trabajos.
