El Ejército israelí aseguró este miércoles que en el pasado conflicto en Gaza atacó objetivos militares y no edificios residenciales, y defendió haber respetado la legislación internacional en respuesta a un duro informe de una ONG local.
"El Ejército israelí no ataca edificios residenciales en Gaza, sino objetivos militares que están a menudo ubicados en los edificios residenciales", señala un comunicado de las Fuerzas Armadas israelíes al que ha tenido acceso la agencia Efe.
La nota rechaza "de forma categórica la aserción, de que el Ejército, llevó a cabo una política de atacar deliberadamente viviendas residenciales sólo en base a que eran domicilios de miembros de Hamás o la Yihad Islámica".
La ONG israelí Betselem censuró este miércoles al Ejecutivo israelí, al que acusó de haber atacado contraviniendo el derecho internacional, decenas de edificios residenciales durante el último conflicto bélico en Gaza entre julio y agosto de 2014.
Entre las principales críticas, apuntó que Israel no cumplió la correcta señalización de "objetivos militares" con la que se entiende que los inmuebles a atacar deben tener una contribución efectiva a una acción militar de manera que un eventual bombardeo otorgue a la parte atacante una clara ventaja militar.
También puso en duda que Israel siguiera el "principio de proporcionalidad", según el cual, si el daño a civiles como resultado de un ataque proyectado es excesivo en relación a la ventaja militar, éste debe evitarse.
Betselem consideró que las advertencias del Ejército a los civiles para que abandonaran los edificios no fueron efectivas en todos los casos o el tiempo dado insuficiente, y pidió una explicación sobre sus alegaciones al Ejecutivo israelí.
En la crisis bélica entre Israel y las milicias de Gaza murieron más de 2.200 palestinos y 70 israelíes y fueron destruidas más de 56.000 viviendas -de ellas 18.000 por completo- en la Franja.
Un elevado número de muertes civiles, según expertos en derecho internacional, no constituye por sí mismo una prueba de que se cometieran crímenes de guerra ya que la circunstancia de cada caso debe ser examinada por separado.
El Ejército israelí aseguró que "está plenamente comprometido con las obligaciones del derecho internacional".
Explicó que los bombardeos sobre Gaza -unos 5.000 aéreos a los que se sumaron por mar y de artillería terrestre- estuvieron únicamente dirigidos a edificios residenciales que se convirtieron en blancos militares legítimos o albergaba a una persona considerada objetivo militar legítimo, tras valoraciones sobre el principio de proporcionalidad y la adopción de otro tipo de precauciones.