Más de 1.200 presos palestinos iniciaron una huelga de hambre en Israel
La medida busca denunciar las condiciones de reclusión.
Otros 2.300 internos rechazaron comer sólo por hoy.
La medida busca denunciar las condiciones de reclusión.
Otros 2.300 internos rechazaron comer sólo por hoy.
Más de 1.200 presos palestinos en cárceles israelíes iniciaron este martes una huelga de hambre indefinida para denunciar las condiciones en que se encuentran, mientras que otros 2.300 rechazaron comer en esta jornada para protestar por la conmemoración del Día del Prisionero.
La portavoz del Servicio de Prisiones de Israel, Sivan Weitzman, dijo a Efe que "2.300 (reclusos) habían informado de que rechazarían la comida solo hoy, mientras que otros 1.200 anunciaron que empezarían una huelga de hambre".
Cerca de 4.700 palestinos permanecen en cárceles israelíes, 300 de ellos sin cargos ni condena. |
Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Prisioneros palestino, Hasan Abed Rabu, elevó a 1.600 la cifra de presos que se unió a la huelga de hambre indefinida, que calificó como una acción "en defensa de los derechos humanos de los prisioneros".
Rabu explicó que "Israel no permite que más de 350 presos originarios de la franja de Gaza reciban visitas de sus familiares desde hace más de cinco años".
Otros motivos son "exigir una mejora de los servicios médicos y demandar que les permitan estudiar, hacer los exámenes de bachillerato y acceder a estudios universitarios".
La mayoría de los presos en huelga son del partido nacionalista Al Fatah, de la Yihad Islámica o del Frente Popular Democrático, mientras que los miembros del movimiento Hamas encarcelados mayoritariamente no han seguido la huelga aunque, según Rabu, "se incorporarán a ella más tarde".
Unos 4.700 palestinos permanecen presos en cárceles israelíes, la mayoría de ellos tras haber sido juzgados por tribunales militares, según datos oficiales palestinos. De ellos, más de 300 están en situación de "detención administrativa", que permite a Israel retenerlos durante meses o años sin imputación ni juicio y sin comunicarles el motivo de su arresto ni las pruebas que existen contra ellos.
Más de una decena de estos han realizado en los últimos meses largas huelgas de hambre para exigir su puesta en libertad.