El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, acusó a Irán y al movimiento chií libanés Hezbolá del atentado este lunes contra blancos diplomáticos de su país en Nueva Delhi y el intento de ataque en Tiflis, así como de otras tentativas en los últimos meses.
En una declaración en el Parlamento, Netanyahu recordó que "en los últimos meses hemos sido testigos de varios intentos de atentado contra ciudadanos israelíes y contra judíos en una serie de países: Azerbaiyán, Tailandia y otros, que conseguimos frustrar con ayuda de organismos (de seguridad) locales".
"En todos los casos los que estaban detrás de los atentados son Irán y su protegido Hezbolá", agregó.
Teherán, a la que calificó como "la mayor exportadora de terrorismo del mundo", también está detrás de la explosión en Nueva Delhi y de la granada desactivada en Tiflis, según el primer ministro.
El primer ataque causó heridas a cuatro personas, entre ellas la esposa del agregado militar israelí, mientras que en el segundo no se registraron víctimas, según la radio pública israelí.
Fuentes del Ministerio de Interior georgiano indicaron a EFE que efectivos policiales desactivaron una granada que había sido colocada en los bajos del automóvil particular del chófer del embajador israelí en Georgia, Itzhak Herber.
Netanyahu advirtió de que Israel actuará de forma "decisiva y meticulosa contra el terrorismo internacional que proviene de Irán".
Ningún grupo ha reivindicado la autoría de las acciones, que tienen lugar un día después de cumplirse el cuarto aniversario del asesinato del líder militar de Hezbolá, Imad Mugniye, en un atentado con coche bomba en Damasco del que el grupo libanés responsabiliza al Mosad.