Las aldeas fronterizas están siendo las principales víctimas de los ataques del régimen israelí, que dejan entre las víctimas a una niña de sólo 11 años.
Al menos tres personas murieron y 12 resultaron heridas en los bombardeos israelíes contra varias localidades del sur del Líbano, cuyos habitantes realizan llamamientos de socorro para evacuar a los heridos.
Un hombre murió y dos de sus hijos resultaron heridos en el ataque de la aviación israelí contra la aldea de Kferdiss, en el sureste del país, informaron fuentes policiales.
Según las mismas fuentes, los habitantes de la aldea fronteriza de Yarun están lanzando, a través de las televisiones y radios locales, llamamientos de socorro para que les ayuden a evacuar a los heridos.
La aviación israelí bombardeó también dos antenas de telecomunicaciones en la región cristiana de Kesrouan y otra estación de enlace de una televisión libanesa en las colinas de Sannin, en la misma zona.
Densas columnas de humo se elevan de los lugares atacados, según revelaron testigos locales.
La mañana de este sábado, los aviones israelíes habían bombardeado intensamente las regiones meridionales de Tiro y Nabatieh, donde al menos una persona murió y otras ocho resultaron heridas, según la Agencia Nacional de Noticias (ANN).
En la aldea de Jbal el Botton, también en el sur del país, falleció una niña de 11 años, mientras que su padre y uno de sus hermanos resultaron heridos por disparos del Ejército israelí.
Según los últimos datos oficiales, revelados por el ministro de Salud, Mohamad Jalife, el número de muertos en diez días de ofensiva israelí ha superado los 362.
Además, casi medio millón de personas han tenido que abandonar sus hogares y se encuentran en una situación catastrófica. (EFE)
