El Gobierno sirio advirtió que, si Israel continúa sus "actos de agresión", podría conducir a la región a "una guerra amplia", al tiempo que acusó a este país de apoyar a los "grupos terroristas" en Siria.
Tras el supuesto bombardeo israelí a instalaciones militares en la periferia de Damasco, el ministerio sirio de Asuntos Exteriores afirmó que esa guerra supondría "una amenaza para la paz y la seguridad internacionales".
La agencia oficial siria, Sana, divulgó dos cartas que Damasco envió al Consejo de Seguridad y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en las que denunció que el ataque tiene el objetivo de prestar "apoyo militar directo a grupos terroristas dependientes del Frente al Nusra, uno de los brazos de Al Qaeda".
"Las declaraciones hechas por EE.UU. antes y después de que se lanzaran los ataques alentaron a Israel a perpetrar la agresión y le dieron cobertura política para violar la soberanía siria", añaden las misivas.
Por otro lado, el ministro sirio de Información, Omran al Zubi, insistió en que esta agresión "abre las puertas a todas las posibilidades y confirma el vínculo entre los grupos de ideología radical islámica e Israel", a ello añadió que "Israel no puede jugar con el destino de Siria. Siria tiene el derecho a proteger por todos los medios al país y a su pueblo de toda agresión extranjera".
En una rueda de prensa en Damasco, el ministro sirio de Información alertó del peligro que suponen estos ataques y denunció, de nuevo, que hay países árabes que financian a los terroristas, "estamos todos en un estado de ira. No es un ataque nuevo, porque es practicado a diario por los grupos terroristas sobre el terreno", agregó.
Al Zubi indicó también que este ataque llega en un momento en el que el Ejército sirio había logrado importantes avances en su lucha contra los "terroristas", como se refiere el régimen a la oposición armada.