Nawaf al Sabah, el efímero emir de Kuwait que apenas lideró un país marcado por la crisis
El jeque, que llegó al poder en septiembre de 2020, murió a los 86 años de edad.
El jeque, que llegó al poder en septiembre de 2020, murió a los 86 años de edad.
Nawaf al Ahmad al Sabah, fallecido hoy a los 86 años, se convirtió en emir de Kuwait en septiembre de 2020, pero desde entonces apenas ha liderado el pequeño y rico país del golfo, que vive una importante crisis política, debido a su deteriorado estado de salud.
Nacido el 25 de junio de 1937 en la ciudad de Kuwait, la capital del país, Al Sabah era el sexto hijo del décimo gobernante de Kuwait, jeque Ahmed al Yaber al Mubarak al Sabah, que gobernó el país entre 1921 y 1950.
En 2020 se convirtió en el decimosexto emir de la historia del pequeño país rico en petróleo después de que su antecesor y hermanastro el jeque Sabah Al Ahmad Al Sabah, falleciera con 91 años tras un mandato de 14 años.
Padre de cuatro hijos, el fallecido emir asumió cargos relevantes, siendo el primero en 1962 cuando fue designado gobernador de la provincia kuwaití de Hawali, en la cual dio numerosos pasos para transformar esa gobernación en un centro comercial y económico de Kuwait.
Durante su trayectoria, que destacó cuando fue nombrado príncipe heredero en 2006, asumió cargos oficiales y ministeriales de alto rango como ministro de Interior y de Defensa.
Éste último en 1988, donde quiso desarrollar las Fuerzas Armadas, si bien esos pasos no fueron muy efectivos para defender Kuwait contra la invasión del vecino Irak, dos años más tarde.
En 2020, fue designado emir y convocó a Mishaal al Ahmed, quien tiene ahora 83 años, para ser el nuevo príncipe heredero.
De acuerdo a la Constitución, Mishaal al Ahmed será el nuevo emir del pequeño país del Golfo, pese a que ya ha sido el líder de facto de esta nación.
En 2021, el emir delegó "algunas de sus competencias constitucionales" al príncipe heredero, supuestamente por su estado de salud, aunque la Corte Real, como es habitual, trata estos temas con una total opacidad.
De lo poco que ha trascendido han sido sus viajes a países occidentales, como a Italia o Estados Unidos, donde recibía tratamiento médico.
La última información que se publicó sobre el emir fue el pasado 29 de noviembre cuando fue ingresado por un "problema urgente" en un hospital, sin dar más detalles.
Kuwait es el único entre los Estados árabes del golfo Pérsico que cuenta con un Parlamento democráticamente elegido, si bien la vida política y económica de ese país se caracteriza desde hace décadas por una continua confrontación entre ambos los dos poderes, que se agudizó tras el Covid-19 por acusaciones mutuas de corrupción, falta de eficiencia y abuso de poder.
El emir kuwaití buscó en un principio lidiar con las tensiones políticas en el país, aunque acabó dando un paso atrás en favor del príncipe heredero.
A pesar de contar con grandes reservas de petróleo, muchos de los servicios básicos sufren de una crisis por las incesantes disputas políticas.
Esta falta de estabilidad ha ahuyentado también a inversores y frustrado las esperanzas de reforma en un país rico que lucha por diversificarse como sus vecinos del Golfo.
Kuwait, con una población de más de cuatro millones de personas, y que desde su independencia, en 1961, ha tenido más de cuarenta gobiernos, siete de ellos durante el mandato del jeque Nawaf.
Es uno de los principales miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), así como de la alianza política y económica del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado también por Arabia Saudí, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Baréin.