Todo comenzó hace dos semanas cuando trascendió que un exsoldado israelí fue invitado a presenciar el partido de este domingo en el Camp Nou. Ante esto, el delegado palestino en España levantó la voz y el club catalán terminó invitando a tres palestinos, pero la controversia ya estaba en marcha, ya que uno de los invitados no quiso asistir.
El hombre en cuestión es Gilad Shalit. A los 19 años, el 25 de junio de 2006, este cabo israelí, luego ascendido a sargento, fue capturado por los insurgentes palestinos del movimiento Hamas.
Tras el hecho, Israel lanzó una invasión por tierra en Gaza y también bombardeó la infraestructura civil de este territorio palestino y donde en el primer mes de ofensiva, murieron más de 100 palestinos y un soldado israelí, lo que llevó a un funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a describir el hecho como "uso desproporcionado de la fuerza".
Luego de una extensa negociación, Shalit recién fue liberado, a cambio de 1.027 presos palestinos, el 18 de octubre de 2011.
La prensa española informó que Shalit, aficionado los azulgranas, había recibido una invitación para presentar el clásico del próximo domingo. El diario El País contó que, en realidad, un exministro de Israel se había comunicado con Protocolo del Barcelona para pedir una invitación para el ex soldado.
El club decidió aclarar las dudas
La reacción de asociaciones propalestinas no se hizo esperar y le pidieron al club que retire la invitación."(El ex soldado) no es un simple ciudadano israelí, sino un sargento mayor (...) Shalit era tanquista y disparaba sobre Gaza causando víctimas mortales, en su gran mayoría civiles", escribió en una carta Jorge Sánchez, de Boicoteo, Desinversión y Sanciones (BDS).
El vicepresidente de la institución, Carles Vilarrubí, explicó: "La iniciativa no fue nuestra -añadió-. Shalit es un gran aficionado al fútbol y está realizando un documental para una televisión. Nos pareció lógico facilitarle las entradas".
Shalit ahora trabaja como comentarista deportivo del diario israelí Yediot Aharonot y ya ha asistido, recuerda el diario La Vanguardia, a la final de la NBA y a la definición de la Eurocopa.
En medio de la polémica, el Barcelona publicó un comunicado en el que dio cuenta que el club había aceptado una solicitud de la embajada palestina en España para que también asistieran al Camp Nou el embajador palestino Musa Amer Odeh, el presidente de la Asociación Palestina de Fútbol, Jibril Rajoub, y el futbolista palestino Mahmoud Al Sarsak.
El equipo catalán aseguró que siempre ha querido "promover la paz y la armonía en Medio Oriente" e hizo referencia a la visita que hizo en julio al Camp Nou el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas.
Y el Barça recordó que el año pasado 16 niños palestinos y 15 israelíes entrenaron junto a jugadores en La Masía, la academia de divisiones inferiores de la institución.
Boicot contra los azulgranas
El sábado 29 de septiembre, una emisora del movimiento islamista Hamas instó a los palestinos a boicotear al Barcelona por la presencia de Shalit en el Camp Nou. El Club de Prisioneros de Gaza, vinculado a ese grupo, aseguró que "invitar a Shalit es un nuevo intento de cubrir los crímenes sionistas bajo el pretexto del deporte".
La Oficina de Prensa del primer ministro de Hamas en Gaza, Ismail Haniye, consideró que el Barcelona debería impedir que Shalit asista al partido y un vocero instó a los medios palestinos, árabes y musulmanes a no transmitir el partido.
Pero la historia no terminó ahí.
El futbolista palestino Mahmoud Al Sarsak, uno de los invitados a asistir al clásico, aseguró que no concurriría porque Shalit iba a estar presente en el estadio.
Al Sarsak fue excarcelado por Israel en julio tras estar 92 días en huelga de hambre en protesta por su permanencia en prisión sin cargos durante tres años. El futbolista había sido arrestado en 2009 de camino a Cisjordania para jugar con el equipo Balata.
Al Sarsak, de 25 años, pidió "disculpas a la afición y a la dirección del club por no asistir a causa de la invitación a Gilad Shalit". Agregó además que "la invitación (al israelí) sugiere una equivalencia entre el verdugo sionista y la víctima palestina", dijo el futbolista.
"El club –agregó– ignora los sentimientos de millones de sus seguidores en los territorios palestinos y el mundo árabe".