El presidente sirio Bachar al Asad aseguró que no va a renunciar y advirtió de que golpeará a "los terroristas" con puño de hierro, en un discurso realizado en la Universidad de Damasco.
"Les digo (a los medios de comunicación) que no soy yo quien renuncia a sus responsabilidades", dijo el mandatario que se quejó de que algunos medios trabajan contra su país para conducirlo a la destrucción y decir que él no asume sus obligaciones.
A juicio del jefe de Estado sirio, la prioridad más importante ahora es recuperar la seguridad, que "no se va a conseguir a no ser que se golpee a los terroristas asesinos con un puño de hierro".
"No va a haber flexibilidad con quienes aterroricen a ciudadanos, la lucha contra el terrorismo es la lucha de todos. No van a lograr destruir nuestra identidad ni desestabilizar nuestro convencimiento de que la resistencia está en el corazón de nuestra identidad", apuntó y remarcó que "no ha habido ninguna orden de ninguna institución del Estado para disparar contra los ciudadanos" y si se ha abierto fuego contra alguno ha ocurrido "en casos muy limitados según la ley".
El mandatario anunció la celebración de un referendo sobre la nueva Constitución, cuyo borrador está siendo preparado por un comité de expertos designado para ello, en la primera semana de marzo y adelantó que podría haber después elecciones legislativas en mayo o en junio.
Según Al Asad, lo que ocurre en Siria es fruto de "una conspiración exterior" que no conseguirá doblegarle en su empeño de liderar al país hacia el camino de la estabilidad y la victoria total.
En su opinión, ese complot está relacionado con las reformas que "hacen a Siria un país más fuerte: "La mayoría del pueblo sirio quiere las reformas y es esta la mayoría que no ha salido a las calles y no ha cometido disturbios".
Ejército estima que Al Asad caerá prontoEl Ejército israelí cree que el presidente Bachar Al Asad, caerá muy pronto y se prepara para una posible llegada de sirios alauíes en búsqueda de refugio, según declaró el jefe del Estado Mayor, Beny Gantz, y sostuvo que Asad "no es como Gadafi, del tipo de los que luchan hasta la última bala", augurando que el autoritario régimen sirio desaparecerá en los próximos meses, según publicó el diario Haaretz en su versión digital.
"Asad no puede seguir aferrándose al poder y su caída provocará grietas en el eje radical", predijo Gantz, en referencia a la alianza Irán-Siria-Hamás, pero también advirtió que "Asad y el régimen sirio pueden tener difícil actuar contra nosotros en el corto plazo, pero también tenemos que tener en cuenta que Siria tiene sistemas armamentísticos avanzados y armas rusas avanzadas, como los misiles Yakhont".
El jefe del Estado Mayor cree que la caída de Asad podría provocar una huida de los alauíes (pertenecientes a una rama del chiísmo minoritaria en Siria y a la que pertenece la elite dirigente y el propio presidente) y sostuvo que "el día que caiga el régimen sirio, será un golpe a los alauíes y nos estamos preparando para absorber a esos refugiados".