En un comunicado, Washington dijo estar horrorizado por la muerte de 92 personas.
Según la oposición , el régimen asesinó a 32 eran niños.
La Casa Blanca dijo estar horrorizada por la masacre de 92 personas -32 de ellas niños- ocurrida este viernes en la localidad de Al Haula en Siria y volvió a condenar la brutalidad "indescriptible e inhumana" del régimen de Bachar al Asad.
"Estamos horrorizados por los informes fidedignos de asesinatos, incluyendo apuñalamientos y ataques con hacha, de mujeres y niños en Al Haula", indicó en un comunicado una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Acciones como esta masacre son testimonio "de un régimen ilegítimo que responde a la protesta política pacífica con una brutalidad indescriptible e inhumana", agregó el comunicado.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también condenó la matanza, en la que murieron casi un centenar de personas, según los observadores internacionales del organismo y pidió al régimen el fin inmediato del uso de armamento contra centros de población.
"Este vergonzoso y brutal crimen que implica el uso indiscriminado y desproporcionado de la fuerza es una violación flagrante de la ley internacional y de los compromisos del Gobierno sirio de poner fin al uso de armamento pesado contra los centros de población y la violencia en todas sus formas", expresó Ban en declaración distribuida en Naciones Unidas.
A la condena de estos actos, realizados por las fuerzas del régimen, según la oposición, se sumaron Egipto, la Liga Árabe y los países del golfo Pérsico.
Por su parte, la agencia oficial siria SANA responsabilizó de los asesinatos a "grupos terroristas armados" y agregó que "los combates llevaron a la muerte de varios terroristas y de varios miembros de las fuerzas especiales".
