La ONU opina que el país árabe, liderado por Bachar al Asad, está en guerra civil.
Hay desencuentros entre el bloque EE.UU., Reino Unido, Francia y el que integran China y Rusia.
La reunión ministerial del Grupo de Contacto para Siria, en la que participan EE.UU., China, Rusia, Francia y el Reino Unido, entre otros países, comenzó en Ginebra con dos horas de retraso, después de varias reuniones bilaterales para superar las diferencias sobre cómo resolver el conflicto sirio.
La cita busca encontrar una solución a la prolongada crisis política que vive Siria, sumida en una guerra civil entre los defensores del gobernante Bachar al Asad y grupos que buscan derrocarlo. La situación ha generado sangrientos choques armados y cientos de muertos.
Estos encuentros previos al inicio del encuentro, convocado por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, no estaban previstos en la agenda inicial, pero tuvieron que realizarse ante la falta de acuerdo sobre los puntos esenciales de la declaración con la que se tienen previsto concluir esta cumbre.
El principal obstáculo siguen siendo los distintos enfoques entre EE.UU., Francia y el Reino Unido, por un lado, y Rusia y China, del otro, sobre cómo detener la violencia en Siria.
Esta es la reunión de más alto nivel que se celebra sobre la situación en Siria, donde la comunidad internacional considera ahora que hay una guerra civil localizada en ciertas zonas del país.
Además de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU participan en esta crucial cita Catar, Irak y Kuwait, y la alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea y el secretario general de la ONU.
El desafío ahora es llegar a un punto aceptable para todos, pero que constituya un paso real hacia el cese de los combates en Siria.
El delegado ruso reiteró que su país no aceptará imposiciones del exterior sobre la manera de solucionar la crisis siria, en particular en lo referido a la salida del presidente Bachar al Asad como condición para una transición. China también rechaza esa opción.
Asimismo, se oponen a elevar esta cuestión al Consejo de Seguridad para eventualmente legitimar a través de una resolución la aplicación de sanciones -incluida una intervención militar- y rechaza un embargo total de armas a Siria.
