El académico del Centro de Estudios Árabes de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, Rodrigo Karmy, explicó a El Diario de Cooperativa el triunfo militar que se anotó Israel con la caída de Bashar al Assad, en Siria.
En ese sentido, el experto destacó el vector de "carácter político-militar" que, dijo, "está marcado esencialmente por la cuestión palestina, particularmente la relación de Israel con Gaza, en la medida en que Israel ha intentado por todos los medios acabar con la resistencia palestina por un lado y al mismo tiempo con la resistencia de Hezbollah en el Líbano por otro".
"Cuando no le resulta a Israel acabar con el Líbano, la opción es justamente revitalizar a través de Turquía y la OTAN al grupo de islamistas, que estaban de alguna manera organizados en el escenario sirio porque lo que hace justamente el reemplazo de Bashar al Assad por el nuevo gobierno islamista es cortar el ducto de alimentación que ha potenciado el intercambio de suministro entre Irán, Siria y Líbano y por lo tanto después Palestina. Entonces hay una primera victoria militar", resaltó.
Karmy agregó que "siempre supimos que Rusia e Irán aparecían como el sustento internacional cercano al régimen de Al Assad, incluso justificándole crímenes que en Occidente parecen macabros e inhumanos. ¿Qué pasó? Que eso se derrumba también. Y hoy día está Israel atacando posiciones estratégicas, los rebeldes tratando de generar cierto orden, una incertidumbre también sobre lo que viene".
La caída de Al Assad
El académico de la Universidad de Chile además explicó a Cooperativa que "el régimen sirio pasa por varias crisis. La primera, hay que entender que el régimen sirio se instala en 1970 bajo el mando de Hafez al Assad, que es el padre de Bashar, y que básicamente llega al poder por un golpe de Estado desde la Fuerza Aérea, donde se reconfigura el nacionalismo árabe y particularmente el sirio bajo la forma de un nacionalismo de carácter marxista-leninista y comienza a pertenecer a la órbita soviética".
"Ese régimen -añadió- llega a un punto crítico en el momento de la caída del Muro de Berlín, y la caída del Muro de Berlín sobrevivió al régimen hasta el año 2000, en que muere Hafez al Assad, es decir, el padre, y entra Bashar. Bashar promete ciertas modificaciones mínimas en términos económicos y políticos que no se llevan a cabo finalmente, y comienza a producir un malestar interno en la población siria que desemboca posteriormente en la Primavera Árabe, que me parece que es el tercer momento crítico, por así decirlo, del régimen, y es precisamente en ese momento crítico donde todo estalla bajo la forma de una guerra civil".
"El resultado de eso son tres cuestiones. El resultado de la guerra civil, que no tiene un carácter simplemente interno, es también una intervención de potencias regionales y potencias imperiales muy importante. Pero el resultado son tres cuestiones. La primera, el fortalecimiento de las posiciones rusa e iraní para mantener el régimen de Bashar al Assad frente a la fragmentación territorial que ese régimen experimentó a propósito de la guerra civil, donde, recordemos, es una guerra civil que no está situada en base a dos bandos, sino a múltiples bandos. Los kurdos, el Estado Islámico, el ejército turco, por ejemplo, los rusos, por otro lado, el ejército sirio, etc. Son múltiples bandos que muchos de ellos terminaron conquistando algún pedacito del territorio e hizo imposible al gobierno de Al Assad de controlar territorialmente el país", explicó.
Por último, añadió Karmy, "este régimen se mantuvo gracias a Irán, y da la impresión de que hubo una suerte de negociación de Rusia, particularmente con Israel o con Estados Unidos, con la OTAN, a propósito del conflicto ucraniano. Algo así como 'te cambio una cosa por la otra', y donde básicamente a los rusos no les importaba mucho el régimen de Bashar al Assad, sino que les importa que cualquier régimen que esté les garantice la permanencia de la base militar en Tartus, que es lo que les permite a los rusos pasar al Mediterráneo".
"En ese contexto, los islamistas que ganan, que toman el poder, como lo hemos visto estos últimos días, le garantizaron a los rusos, aparentemente, la permanencia de la base militar en Tartus, y seguramente el premio de consuelo que los rusos le dieron a Bashar al Assad fue: 'Pues mira, hay demasiada desestabilización. Yo lo único que te puedo ofrecer es que por razones humanitarias te vengas con tu familia a Moscú', digamos", profundizó.
El académico además resaltó que "Israel tiene un doble objetivo, en realidad. Yo te diría que el primer objetivo es consolidar su posición ilegal, que es la de los territorios ocupados de las alturas del Golán. Recordemos que Israel mantiene dos territorios ocupados. Uno son los territorios ocupados palestinos, Jordania, etc. Y otro son las alturas del Golán, que es territorio sirio, según lo consigna Naciones Unidas desde el año 67. Israel se apuró justamente en consolidar esa posición para precisamente marcar su lugar. Y eso implica también un bombardeo a supuestas armas militares o supuestas armas que habrían en Siria y que corresponderían supuestamente a suministros que vendrían desde Irán".
El rol del Estado Islámico
El académico del Centro de Estudios Árabes Daesh se refirió también al rol que cumple el Estado Islámico en la toma de poder, afirmando que "el Daesh mutó en lo que vivían los islamistas que, según Estados Unidos, ya no son terroristas. El Daesh se mutó en esta nueva fuerza que contempla elementos del Fatal Nusra, del Daesh, de Al-Qaeda, que ahora justamente se tomaron el poder".
"Entonces es necesario entender que esta es una operación geopolítica promovida por la OTAN y particularmente por Israel para cortar el ducto estratégico de los suministros que llegaban de Irán para la resistencia en Libano por un lado y en Palestina por otro lado. Entonces, de alguna manera, aquí estamos asistiendo a una victoria israelí después de un año de genocidio. Esto es muy importante. Después de un año de genocidio, Israel no había tenido ninguna victoria militar porque recuerden ustedes, los rehenes israelíes siguen rehenes, los palestinos, la población palestina sigue habitando el territorio palestino a pesar de los bombardeos y la catástrofe. Y en ese sentido, Israel no ha tenido una victoria contundente a nivel militar que Netanyahu pueda mostrar a nivel interno", añadió.
Karmy puntualizó que "la cuestión más de fondo es que esta operación está liderada y articulada justamente, apoyada por Estados Unidos, pero inspirada fundamentalmente por Israel a propósito del conflicto que tiene Israel justamente con la cuestión palestina, por un lado, y con Hezbollah en el Líbano".