Siria abandonó este miércoles la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU tras la presentación del nuevo informe de la comisión de investigación sobre el país árabe, que habló por primera vez de "conflicto armado" para definir la situación.
El representante permanente de Siria ante la ONU, Faisal el Hamwi, abandonó la sala del Consejo, asegurando que no estaba dispuesto a "participar en esta politización flagrante, mientras se ataca al pueblo sirio, chupando la sangre de sus mártires".
"La crisis en Siria es una verdadera guerra", dijo el Hamwi, reiterando lo manifestado el martes en un discurso televisado por el presidente sirio, Bacher el Asad.
El embajador anunció que Siria se plantea la suspensión de toda cooperación de su país con el Consejo de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, y afirmó que la situación es consecuencia de "las operaciones criminales de destrucción de bienes privados y públicos, con respaldo y apoyado desde el extranjero, con armas y medios de prensa sofisticados".