El gobierno sirio pidió este domingo el inicio de las negociaciones de paz "sin precondiciones", que no aceptará bajo niguna circunstancia, al tiempo que acusó a la oposición de mostrar "poca seriedad".
La delegación opositora llegó a Ginebra con la exigencia al régimen de Damasco de que haga gestos humanitarios antes de iniciar formalmente las negociaciones indirectas, bajo la mediación de la ONU.
Concretamente piden el acceso de la ayuda esencial a las áreas bajo cerco militar, el cese de bombardeos y la liberación de prisioneros.
"Negociaremos siempre y cuando sea sin precondiciones y sin interferencias extrajeras", adelantó al respecto el jefe de la delegación gubernamental, Bashar Jaafari.
Condena a nuevo atentado
El representante del régimen se presentó ante la prensa con un discurso de 45 minutos en árabe y que empezó diciendo que el atentado registrado esta mañana en Damasco, tras el cual se registraron 58 muertos, es una demostración del vínculo entre la oposición y el terrorismo.
Jaafari apuntó que su país sufre el terrorismo, con la llegada de "miles de terroristas que vienen de todo el mundo".
"Alguien toma el avión en Sidney, en Australia, viaja con visados regulares y no con falsificados, pasa por Dubai y Ankara, llega allí a campos de entrenamiento y recibe armamento, luego cruza la frontera con Siria y se convierte en oposición moderada", dijo Jaafari de forma irónica.
"Se convierte en un sirio genéticamente manipulado... no me digan que ellos se preocupan por el bien el pueblo sirio", continuó el jefe de la delegación, quien es embajador de su país ante la ONU y tuvo ya importantes roles en las dos anteriores conferencias de paz para Siria, en 2012 y 2014.
Jaafari acusó a "potencias extranjeras" de "utilizar el terrorismo como arma política" y, concretamente, al presidente turco de enviar "personalmente" armas a los grupos rebeldes.
Estado Islámico asumió autoría de atentado
La rama del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Damasco, Wilayat Dimashq, asumió este domingo la autoría del atentado que causó al menos 58 muertos en la zona de Ku Sudán, en el suburbio de Sayida Zeinab, al sureste de la capital siria y de mayoría chií.
En un comunicado difundido en foros yihadistas en internet, la filial de la organización extremista detalló que "dos soldados del califato pudieron llevar a cabo dos operaciones suicidas contra un nido de los apóstatas politeístas en la zona de Sayida Zeinab, en Damasco".
"Para que sepan los renegados (en alusión a los chiíes) que, igual que ellos combaten, serán combatidos y que no encontrarán seguridad ante los golpes de los muyahidines (guerreros santos) con el permiso de Alá", añadió la nota.
Las versiones de las explosiones
La agencia oficial siria de noticias, SANA, informó de que tres explosiones registradas en la zona de Ku Sudán, en Sayida Zeinab, causaron 45 muertos y 40 heridos.
La agencia, que citó a una fuente del Ministerio del Interior, señaló que la primera de ellas se produjo con un coche bomba en una parada de autobuses en Ku Sudán.
Después, dos "terroristas" hicieron explotar los cinturones que llevaban adosados al cuerpo cuando los ciudadanos se congregaron para ayudar a los heridos causados por la primera explosión, añadió SANA.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó la cifra de fallecidos a 58, entre ellos 16 milicianos chiíes leales al régimen de Bashar al-Assad, sirios y de otras nacionalidades árabes y asiáticas.
A diferencia de SANA, la ONG señaló que se produjeron dos explosiones, la primera de ellas perpetrada por un suicida que detonó el cinturón que llevaba adosado al cuerpo y la segunda por un coche bomba en un puesto de control en la zona de Sayida Zeinab.
Sayida Zeinab se encuentra a unos 17 kilómetros al sur de Damasco y está protegido por el grupo chií libanés Hezbolá, cuyos líderes han repetido en varias ocasiones que velan por las áreas y santuarios chiíes de los ataques de los insurgentes suníes en Siria.