El Consejo de Seguridad de la ONU decidió posponer su voto para renovar la autorización a la entrega transfronteriza de ayuda humanitaria en Siria en un intento de última hora por lograr un consenso.
Según fuentes diplomáticas, la votación prevista originalmente para ayer jueves podría tener lugar este viernes o más adelante, en función de si se alcanza un compromiso o no.
El objetivo es evitar un veto de Rusia, el gran aliado del régimen de Damasco, que quiere recortar de forma muy importante este mecanismo humanitario que coordina la ONU.
Alemania, Bélgica y Kuwait, los responsables del dossier en el Consejo de Seguridad, enmendaron en las últimas horas su propuesta original para tratar de contentar a Moscú, por ahora sin éxito.
Inicialmente, alemanes, belgas y kuwaitíes querían renovar por un año el mecanismo vigente desde 2014, añadiendo un quinto cruce fronterizo para facilitar el trabajo de las organizaciones humanitarias, un plan avalado por Naciones Unidas. Tras la frontal oposición rusa, optaron por reducir el número de cruces autorizados de cuatro a tres y plantearon una revisión en seis meses.
Rusia, que ha propuesto su propio borrador, quiere que la renovación sea únicamente por medio año y que sólo se dejen dos cruces, ambos en la frontera con Turquía, con quien Moscú tiene un pacto al respecto, y que se usan para acceder a zonas no controladas por el Gobierno sirio.
Según fuentes diplomáticas, la delegación rusa no tiene los apoyos suficientes para sacar adelante su iniciativa, pero podría vetar la propuesta que cuenta con un respaldo mayoritario.
Moscú insiste en que el mecanismo tiene que cambiar para adaptarse a la nueva realidad sobre el terreno, principalmente al mayor control territorial que tiene ahora el gobierno de Bachar al Asad.
Para el otro bando, mientras, además de mantener los dos cruces fronterizos con Turquía resulta imperativo conservar el que hay con Irak, un punto por el que entran buena parte de los medicamentos que facilitan agencias internacionales.
Los servicios humanitarios de la ONU advirtieron este jueves de que millones de personas quedarán a su suerte si no se renueva el mecanismo en vigor.
"Sin la operación transfronteriza veríamos el fin inmediato de ayuda para millones de civiles. Ello causaría un rápido aumento del hambre y enfermedades, resultando en muertes, sufrimiento y más desplazamiento", avisó la "número dos" de esa oficina, Ursula Mueller.
El actual mecanismo expira el próximo 10 de enero, por lo que el Consejo de Seguridad aún tiene cierto margen.
Sin embargo, fuentes diplomáticas insistieron este jueves en la importancia de que haya una decisión pronto para que el personal humanitario que está sobre el terreno pueda adaptarse en caso de que haya una nueva situación.