El número de refugiados sirios en Irak, Jordania, el Líbano o Turquía podría hasta triplicar los 1,3 millones actuales a finales de este año y llegar a los cuatro millones si la guerra civil en Siria persiste, afirmó este martes el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
"Este mes hemos alcanzado 1,3 millones de sirios exiliados -el 75 por ciento de ellos mujeres y niños-, con respecto a los 30.000 que había hace justo un año. Cada día huyen del país 7.000 personas, más de 200.000 cada mes", dijo el coordinador del Acnur para Siria, Panos Moumtzis.
El alto funcionario sostuvo que el conflicto entre los rebeldes y las tropas leales al presidente Bachar Al Asad, que ya lleva más de dos años, continúa agravándose al tiempo que hay problemas de financiamiento debido a que no se han materializado la mayoría de contribuciones prometidas en una conferencia de donantes celebrada hace dos meses y en la que los países del Golfo Pérsico ofrecieron importantes sumas.
"De los 1.500 millones de dólares ofrecidos sólo hemos recibido una tercera parte. Hemos llegado a un punto crítico. Si el conflicto continúa y no recibimos las donaciones tendremos que establecer prioridades en la asistencia humanitaria y recortar algunos servicios", advirtió.
Moumtzis agregó que hasta el momento se ha logrado mantener la ayuda humanitaria esencial para salvar vidas, pero si el conflicto continúa y no reciben nuevos recursos económicos podrían verse forzados a hacer reducciones.
La situación es especialmente crítica en el Líbano y Jordania, donde el número de refugiados supera los 400.000 en cada uno, lo que supone casi el 10 y el 6 por ciento de sus respectivas poblaciones.
La falta de recursos, especificó el coordinador, compromete especialmente las necesidades de alojamiento de los nuevos refugiados.
Actualmente, el 25 por ciento de estos exiliados viven en los 22 campamentos instalados en los países vecinos (17 en Turquía, 2 en Irak y 3 en Jordania), y el 75 por ciento han sido acogidos por familias, comunidades o en asentamientos informales.
"Uno de los mayores retos es lograr un techo para todas las personas que cruzan las fronteras, pero lamentablemente la ayuda sólo llega a los pobres de los más pobres, aproximadamente un tercio de las personas que necesitan asistencia", lamentó.