Al menos 747 niños han muerto y 1.108 han resultado heridos desde marzo pasado a causa del conflicto en el Yemen, donde diez millones de menores enfrentan un nuevo año de sufrimiento, denunció este martes Unicef.
Los continuos bombardeos y combates exponen a los niños y sus familias a "una mortífera combinación de violencia, enfermedades y privaciones", según la Agencia de la ONU para la Infancia.
Los niños representan la mitad de los 2,3 millones de desplazados internos del Yemen y una gran proporción de los 19 millones de personas con dificultades para acceder al agua potable.
De acuerdo a los datos de Unicef, 1,3 millones de niños menores de cinco años corren el riesgo de malnutrición aguda e infecciones respiratorias, mientras que dos millones no pueden ir a la escuela.
Las catastróficas circunstancias impiden asimismo que la mayoría de los 7,4 millones niños que requieren ayuda, incluido apoyo psicológico, puedan recibirla.
Unicef subrayó que los niños del Yemen necesitan ayuda urgente y que es necesario prestar más asistencia, pese a los esfuerzos realizados para vacunar por ejemplo de sarampión y polio a unos cuatro millones de menores.
El pasado 5 de enero, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos informó de que 2.795 civiles murieron y 5.324 resultaron heridos en los últimos nueve meses a causa de la violencia en el Yemen.
El conflicto entre los rebeldes hutíes y las fuerzas del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi se recrudeció en marzo pasado con el inicio de la intervención militar de una coalición árabe liderada por Arabia Saudí.