Al menos 132 reos se fugaron desde una cárcel mexicana a través de un túnel
El hecho se produjo en la ciudad de Piedras Negras, fronteriza con Estados Unidos.
Las autoridades locales pidieron ayuda a sus vecinos del norte.
El hecho se produjo en la ciudad de Piedras Negras, fronteriza con Estados Unidos.
Las autoridades locales pidieron ayuda a sus vecinos del norte.
Al menos 132 reos se fugaron el lunes, a través de un túnel, desde una cárcel en la ciudad mexicana de Piedras Negras, fronteriza con Estados Unidos.
Así lo confirmó el secretario de Seguridad Pública del estado de Coahuila, Jorge Luis Morán, que reveló haberle pedido apoyo a Estados Unidos para tratar de ubicar y capturar a los prófugos.
Producto de la fuga fueron detenidos provisionalmente el director del Centro de Readaptación Social de Piedras Negras, al igual que 27 gendarmes, un jefe de turno y un jefe de vigilancia, para ser investigados
Según el diario Zócalo, después de la evasión las autoridades activaron la alerta máxima (código rojo) a las 15:25 hora local (17:25 hora chilena), lo que dio lugar a una gran movilización policial y militar.
El director del penal y 27 gendarmes fueron detenidos por sospechas de complicidad. (Foto: EFE) |
Según las primeras investigaciones, los reos hicieron un túnel hacia la pared norte del reclusorio y salieron al patio exterior del mismo, donde rompieron una malla metálica para huir.
Se estima que el túnel por el que se evadieron tendría una longitud de más de 30 metros y una profundidad de más de tres metros para poder evadir el muro perimetral de concreto.
Tras la fuga, el Ejército mexicano y las policías federal, estatal y municipal se desplegaron en zonas aledañas y carreteras circundantes con el municipio fronterizo para dar con los evadidos. También se vigilan los pasos en el puente internacional que conecta a Piedras Negras con Eagle Pass, en Estados Unidos.
Ésta es una de las fugas más importantes de cárceles mexicanas, y la segunda mayor en cinco años, después de la registrada el 17 de diciembre de 2010 en un penal de Nuevo Laredo, en el nororiental estado de Tamaulipas, de donde se evadieron 141 internos.