La caravana migrante avanza cansada y enferma en su décima jornada por el sur de México mientras que activistas piden investigar y esclarecer la muerte por un balazo de un cubano en un crimen que atribuyen a las autoridades.
La caravana, conformada por alrededor de 5.000 migrantes -en su mayoría centroamericanos y haitianos-, reanudó su camino este lunes, y avanzaron unos 20 kilómetros más hasta llegar a la comunidad de Nueva Milenio Valdivia, perteneciente al municipio de Pijijiapan, del suroriental estado de Chiapas.
De esta manera, han avanzado más de 100 kilómetros con el propósito de llegar hasta la Ciudad de México -que está a más de 1.100 kilómetros- para regularizar su situación migratoria y posteriormente llegar a la frontera norte.
A las 06:00 de la mañana hora local los migrantes levantaron su campamento en el municipio de Mapastepec para luego retomar su camino a la carretera Mapastepec-Pijijiapan, donde recorrieron unos 20 kilómetros para poder llegar a las comunidades de Nuevo Milenio Valdivia.
RESIENTEN LARGA TRAVESÍA
Germán Hernández, un migrante hondureño, denunció este lunes que las autoridades mexicanas en Mapastepec les han negado la comida porque quieren que la caravana regrese a Tapachula -municipio fronterizo con Guatemala-, por lo que han ido pidiendo en el camino y muchos van sin comer.
Los migrantes han empezado a subirse a camiones en grupos de entre 10 y 20 personas para avanzar los tramos sin agotarse y así evitar lastimarse los pies al caminar por la carretera y bajo el calor.
Kimberly López, otra migrante de Honduras, narró que su travesía ha sido dura pero que se tiene que seguir adelante porque mantiene su sueño de lograr un mejor futuro para sus hijos.
La joven migrante viaja con un amigo y una bebé y lamentó que las inclemencias del tiempo han hecho que muchos menores y mujeres enfermaran.
"Seguiremos porque siempre Dios va con nosotros y pedimos por los miembros de la caravana y porque buscamos un futuro mejor para nuestros hijos", agregó la mujer, quien destacó la solidaridad del pueblo mexicano.
LA MISTERIOSA MUERTE DE UN INMIGRANTE CUBANO
Además de la dureza del viaje, la misteriosa muerte por un balazo de un cubano que se había adelantado al grupo más nutrido de la caravana preocupa a migrantes y activistas.
"La Fiscalía General del Estado (FGE), a través de la Fiscalía de Distrito Istmo Costa, abrió carpeta de investigación por el delito de homicidio calificado, contra quién o quiénes resulten responsables, por la muerte de una persona del sexo masculino, originario de la República de Cuba, quien fuera localizado sin vida en el municipio de Pijijiapan", informó este domingo en un comunicado el Ministerio Público.
La Fiscalía estatal dijo que el cubano presentaba "en su anatomía lesiones provocadas por arma de fuego".
Activistas que acompañan a la caravana migrante, como Irineo Mujica, de Pueblo Sin Fronteras, denunciaron este lunes que en las últimas horas la Guardia Nacional de México atacó a balazos a varios migrantes, causando al menos 13 heridos.
Mujica aseguró que acudieron al centro médico donde se atiende a varios migrantes heridos de bala por la Guardia Nacional, y pidió a la ONU que atendiera el suceso.
Además, se interpuso una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Fuentes federales confirmaron a EFE que la Fiscalía General de la República (FGR) asumirá el caso en las próximas horas ante la "incompetencia" para investigar el asunto de la Fiscalía estatal.
"Se va a abrir una carpeta de investigación", puntualizaron.
LOS ANTECEDENTES DE ESTA HISTÓRICA OLA MIGRATORIA
La región vive una ola migratoria sin precedentes desde comienzos de año, con un flujo histórico de 147.000 indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020.
Además, las cifras de arrestos en la frontera de Estados Unidos con México alcanzaron en el pasado año fiscal niveles nunca vistos hasta ahora, con más de 1,7 millones de inmigrantes detectados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de EE.UU.
Esta nueva caravana se puso en marcha luego de que en los primeros días de septiembre las autoridades mexicanas frustraron el avance de cuatro caravanas de migrantes que partieron precisamente desde Tapachula, municipio de Chiapas fronterizo con Guatemala.
Entonces, varias agencias de la ONU y diversas ONG criticaron el uso de la fuerza en los operativos para desintegrar dichas caravanas.