El presidente electo de México, Manuel López Obrador, planteó la opción de "un perdón" a los corruptos que no tengan procesos judiciales abierto en su contra e iniciar "una nueva historia" sin corrupción en ese país luego que asuma su mandato el sábado 1 de diciembre.
En declaraciones rescatadas por El Universal, el futuro mandatario afirmó que "la mayor parte de los medios son profesionales y dan información objetiva, pero a ellos les convendría todos los días 'hoy cayó fulano de tal, mañana mengano, pasado mañana perengano', porque tienen que ser los de más arriba, no chivos expiatorios, porque eso es una burla".
Consultado por los periodistas, López Obrador aclaró que "es un perdón, eso es lo que se está planteando: decirle al pueblo de México 'punto final, que se acabe la historia trágica, horrenda de corrupción, de impunidad; que se acabe la política antipopular entreguista y que comencemos una etapa nueva, que ya inicie una nueva historia'".
El presidente electo remarcó que el objetivo de esta medida es "que hacia delante no haya perdón para ningún corrupto, que ya no se perdone a nadie, que se pueda juzgar al presidente si es corrupto, a sus funcionarios, a sus familiares y que se destierre la corrupción de México para siempre, ése es mi planteamiento".
López Obrador, que fue electo presidente el pasado 1 de julio, se reunió ayer miércoles con el actual mandatario, Enrique Peña Nieto, para definir los detalles de la investidura que se realizará en la sede del Congreso de la Unión.