Los líderes del G7 esperan consensuar un plan para acelerar la respuesta a futuras pandemias y reducir a menos de cien días los plazos para desarrollar tratamientos, test diagnósticos y vacunas cuando se detecta una nueva enfermedad.
Los mandatarios del grupo de democracias desarrolladas, reunidos hasta el domingo en Cornualles (suroeste de Inglaterra), reflejarán esa estrategia en un documento bautizado como "Declaración de Carbis Bay", en referencia a la localidad costera que acoge el G7, según avanzó el Gobierno británico, anfitrión del evento.
La estadounidense Melinda French Gates, cofundadora de la Fundación Bill y Melinda Gates, junto con el consejero científico del Gobierno británico, Patrick Vallance, presentarán esa estrategia sanitaria este sábado ante los líderes políticos.
"En el último año, el mundo ha desarrollado diversas vacunas efectivas contra el coronavirus, se han aprobado y manufacturado rápidamente y están ya llegando a los brazos de la gente que las necesita", afirmó el primer ministro británico, Boris Johnson.
"Pero para derrotar verdaderamente al coronavirus y recuperarnos, debemos prevenir que pandemias como esta ocurran nunca más. Eso significa aprender las lecciones de los últimos meses y hacer las cosas de manera distinta la próxima vez", agregó.
El Ejecutivo británico subraya que el G7 está "especialmente bien posicionado" para erigirse como coordinador de los esfuerzos globales para prevenir futuras pandemias, dado que sus miembros acogen a "dos tercios del mercado farmacéutico mundial".
Al debate sobre salud global que celebrarán los mandatarios del G7 este sábado se sumarán los cuatro países invitados a la reunión por el Reino Unido: India, Australia, Suráfrica y Corea del Sur, así como el secretario general de la ONU, António Guterres.