La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) exigieron hoy que facilite el desembarco inmediato de cerca de 400 migrantes que han sido rescatados en los últimos días por tres barcos en el Mediterráneo central, entre ellos el "Louise Michel", que lanzó una alerta de ayuda al no poder asistir a un bote con 130 personas a la deriva.
A la llamada de socorro respondió en primer lugar el "Sea Watch 4", fletado por la ONG homónima alemana y por Médicos Sin Fronteras (MSF), que decidió cambiar el rumbo y navegar en ayuda pese a que él mismo está al borde de su capacidad.
"Aunque nosotros mismos llevamos a 201 migrantes a bordo e igualmente se nos ha negado la ayuda para desembarcar, y ante la insistencia de las autoridades europeas de hacer oídos sordos a lo que ocurre con los rescates, nos dirigimos allí para ayudar", explicó a Efe un miembro de la tripulación.
El "Sea Watch", que se hizo a la mar a mediados de agosto tras meses de acondicionamiento y una ardua lucha administrativa con diversas autoridades para poder navegar, también ha pedido un puerto seguro para desembarcar, pero ni Italia ni Malta, los dos países europeos más cercanos, han atendido aún su demanda.
Guardia costera italiana
Horas más tarde, y ante los llamamientos desesperados por parte del barco fletado por el artista británico Banksy, también respondió a la llamada la Guardia Costera italiana, pese a que el "Louise Michel" se encuentra en zona de rescate maltesa, a unas 90 millas al sureste de la isla de Lampedusa.
La patrullera llegó en torno al mediodía a la altura del buque bautizado con el nombre de una conocida feminista y anarquista francesa y evacuó a 49 de los 130 migrantes que navegaban a la deriva en condiciones que rozaban la tragedia.
Según la propia Guardia Costera precisó, se decidió intervenir, en coordinación con las autoridades maltesas e italianas, ante "el empeoramiento de las condiciones meteorológicas en la zona".
Y se optó por rescatar a las personas más vulnerables: 32 mujeres, 13 niños y 4 hombres para no romper los núcleos familiares.
Por el momento, ni Malta ni Italia han autorizado el desembarco de los migrantes que quedan a bordo del "Louise Michel", que zarpó días atrás del puerto español de Burriana pintado de rosa y decorado con la imagen de una niña con un chaleco salvavidas que sostiene otro en forma de corazón.
Horas antes, el velero "Astral" de la ONG española Open Arms, que también se encuentra en la zona, había llevado también algunos víveres al "Louise Michel".
La ONU pide desembarcos
En este contexto, la OIM y ACNUR exigieron hoy que se facilite el desembarco inmediato de los cerca de 400 migrantes que han sido rescatados tanto por el "Louise Michel" como por el "Sea Watch 4" y el buque comercial "Maersk Etienne", que ya lleva a 27 a bordo.
En un comunicado difundido este sábado, ambas agencias recordaron que todos ellos partieron en botes de goma precarios desde playas en Libia, un puerto que se considera "no seguro" al ser la base de las mafias que trafican con personas y estar el país inmerso en una sangrienta guerra civil desde que hace una década.
"El imperativo humanitario de salvar vidas no debe ser penalizado ni estigmatizado, especialmente en ausencia de esfuerzos dirigidos por el Estado. La falta de acuerdo sobre un mecanismo de desembarco regional, solicitado durante mucho tiempo por la OIM y ACNUR, no es una excusa para negar a las personas vulnerables un puerto seguro y la asistencia que necesitan, como lo exige el derecho internacional", afirmó la ONU.
"Deben reactivarse urgentemente las discusiones estancadas en torno a una propuesta de este tipo, especialmente en medio de repetidos enfrentamientos que retrasan el desembarco. La claridad y la previsibilidad redundan en el interés inmediato y a largo plazo de todos. Es fundamental que otros Estados miembros de la UE brinden más apoyo a los países que están a la vanguardia en la recepción de llegadas por mar en el Mediterráneo", agregó.
A este respecto, la OIM y ACNUR expresaron, una vez más, su "profunda preocupación por la continua ausencia de una capacidad dedicada de búsqueda y rescate dirigida por la UE en el Mediterráneo central", donde según la ONU, más de 5.400 migrantes habían sido interceptados o rescatados por la guardia costera libia en lo que va del año, mientras que en torno a 5.000 personas más han desembarcado en las costas italianas.