Más de 160 países solicitan a la ONU un tratado para prohibir los "robots asesinos"
Los avances en materia tecnológica y de IA podrían permitir que las máquinas operen "sin un control humano significativo".
Los avances en materia tecnológica y de IA podrían permitir que las máquinas operen "sin un control humano significativo".
Más de 160 Estados miembros que votaron a favor de una resolución de la Asamblea General de la ONU para discutir los efectos de los 'robots asesinos', pidieron este jueves negociar un tratado que prohíba el uso legal de estas armas.
El pasado 2 de diciembre, 166 países votaron a favor de una resolución que aboga por la creación de un nuevo foro de la ONU para debatir los graves desafíos que suponen estas armas autónomas letales y las diferentes maneras de abordarlos.
Los llamados "robots asesinos" seleccionan y aplican la fuerza a los objetivos basándose en el procesamiento de los sensores y no en la intervención humana, explica la organización.
Hasta ahora, los tipos de objetivos, la duración de las operaciones, el alcance geográfico y el entorno en el que operan este tipo de armas habían estado limitados, pero los avances en materia tecnológica y de IA permiten que estas operen "sin un control humano significativo". De esta forma, son las máquinas las que toman "decisiones de vida o muerte" y determinan dónde, cuándo o contra quién se aplica una fuerza letal, según HRW.
En total fueron 15 países los que se abstuvieron de votar, mientras que otros tres (Bielorrusia, Corea del Norte y Rusia) votaron en contra de la resolución. Muchos de estos países "han realizado importantes inversiones en aplicaciones militares" en IA y en tecnologías afines "para desarrollar armas autónomas aéreas, terrestres y marítimas", indicó la organización Human Rights Watch (HRW).
Sin embargo, la resolución no obliga a negociar un tratado de prohibición porque un pequeño número de países -en particular Estados Unidos- se opusieron "enérgicamente a hacerlo".
La ONU advirtió que los sistemas de armas autónomas podrían generar desafíos importantes para la seguridad global y la estabilidad a nivel regional e internacional. Entre estos riesgos se encuentran la posibilidad de una nueva carrera armamentística y el impacto en conflictos y crisis humanitarias ya existentes.