"No ha sido fácil manejar una OEA en la que hay muchas discrepancias ideológicas", reconoció José Miguel Insulza, quien desde hace casi diez años es secretario general del organismo multilateral que representa a todos los países del continente americano.
"Aunque los embajadores se lleven todos muy bien y estén dispuestos a sentarse a una mesa, eso no significa que vayan a concordar en todo, porque muchas veces tienen posturas ideológicas distintas", explicó Insulza en una entrevista con la agencia EFE a pocos meses de culminar su segundo periodo a la cabeza de la Organización de Estados Americanos, en mayo de 2015.
Ad portas del relevo, el ex ministro hizo un balance de su gestión y repasó hitos como el levantamiento de las sanciones impuestas a Cuba por el organismo o la problemática situación en Venezuela.
"En Venezuela no hay otra salida que no sea el diálogo. La única salida al tema de Venezuela es el diálogo, por un problema casi obvio y es que el país está dividido en dos mitades. Todos reconocen que es así. Si de repente una parte gana y la otra pierde, la división va a volver", indicó.
Para el ex canciller, la manera de terminar con el conflicto "es acercar a los ciudadanos, de manera que entre todos haya una mayoría para resolver los problemas".
"Venezuela tiene problemas económicos muy graves y si (las partes) no se aproximan para buscar un acuerdo, se puede producir una crisis aún mayor", advirtió el dirigente socialista, quien consideró que la posibilidad de que la oposición se siente a la mesa está limitada si una parte de sus dirigentes siguen en la cárcel, porque los opositores tendrían que dar explicación de ello a sus seguidores.
Además, "la prisión prolongada sin que haya cargos ni juicios no es conveniente", advirtió en alusión al caso de Leopoldo López, quien está en prisión desde febrero. Él y otros deberían haber sido puestos en libertad bajo fianza o una cosa por el estilo", apuntó.
"Yo no estoy llamando a nada", aclaró, "simplemente estoy verificando que en una oposición que tiene diferentes sectores es muy difícil que unos se sienten a la mesa mientras otros están presos".
En tal medida, planteó que "la posibilidad de diálogo se va apagando por la falta de disposición de las partes a hacer concesiones".
"Desgraciadamente, el diálogo no ha funcionado. Hubo un buen inicio, pero en el debate no hubo algo que es fundamental en un diálogo: hacer concesiones, aceptar", indicó.
Sobre Cuba
Respecto a la situación de Cuba, el secretario general dijo confiar en que en la próxima Cumbre de la Américas, que se celebrará en Panamá el próximo mes de abril, se produzca su retorno al Sistema Interamericano.
"Posiblemente en la próxima Cumbre de las Américas se dé un paso nuevo y es que, aunque no retorne Cuba a la OEA, sí retorne al Sistema Interamericano asistiendo a la cumbre de Panamá", dijo Insulza a EFE.
"Si eso ocurre sentiré que durante mi mandato se han dado pasos muy importantes", dijo Insulza, al recordar que en su periodo "se levantaron las sanciones" que desde 1962 excluían a Cuba de la OEA por considerar que era miembro de la alianza chino soviética y representaba una amenaza para la seguridad de continente; "algo que no se cree ni el más recalcitrante de los anticubanos".
Pese a eso, la isla no ha consumado la reincorporación: "Yo tengo la impresión de que nunca pensó hacerlo. Yo promoví mucho el levantamiento de unas sanciones que eran absurdas", explicó, negando estar "frustrado" por la situación actual: "Probablemente (La Habana) prefiere esperar a que otras cosas cambien en la región", agregó.
Los órganos que actualmente integran el Sistema Interamericano son la OEA, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Instituto Interamericano de Ciencias de Cooperación Agrícola y la Comisión Económica para América Latina y e Caribe (Cepal), aunque esta última es una agencia de Naciones Unidas.
En tanto, la Cumbre de las Américas fue creada para ser una cúpula del Sistema Interamericano, la OEA y su secretaria, explicó Insulza: "Se supone que sus decisiones deberían ser aplicadas donde corresponda del sistema, pero eso a veces no se entiende demasiado bien. Por eso es necesario articular mejor las Cumbres de las Américas con las decisiones de los organismos", admite.
Donde aprieta el zapato
Sobre la necesidad de adecuar la OEA a los nuevos retos políticos de la región, Insulza indicó que eso es algo "ya ha ocurrido en otras ocasiones", como cuando surgieron las dictaduras militares en el Cono Sur o se desataron las guerras civiles en Centroamérica.
"La OEA se puede adaptar, el problema no es ése; el problema es que hay 34 países con objetivos, propuestas y tamaños distintos" y eso hace que, por ejemplo, haya distintos puntos de vista sobre qué significa intervenir en asuntos internos.
Pero además de la diversidad de modelos políticos, "también existen diferencias por el tamaño y grado de desarrollo de los países miembros".
"Dependiendo de por dónde le apriete el zapato, unos países quieren priorizar unos temas u otros", dijo Insulza al recordar que la OEA es un organismo multilateral, no supranacional.
Contrario a "lo que se supone, que Estados Unidos mete las manos en la OEA, eso ha estado lejos de ocurrir en el último tiempo", afirmó Insulza. (Foto: EFE)
Amenazas para la democracia
"Un golpe de Estado no es la única forma en que se rompe la democracia", dijo también el ex ministro del Interior chileno a EFE: "También si alguien entra a controlar el Poder Judicial o comete un fraude masivo en las elecciones debería actuarse. Sin embargo, frente a esos temas siempre hemos tenido dificultades".
Recordó que todos los países miembros actuaron de manera contundente cuando en 2009 se produjo un golpe de Estado en Honduras. "Pero ha habido otros casos de rupturas quizás no tan flagrantes en los que no ha habido disposición para actuar", lamentó: "Si no hay consenso, no se puede hacer nada".
En todo caso, el hecho de que en América Latina haya numerosos organismos de integración regional y subrregional no resta fuerza a la OEA, a juicio de Insulza.
"América es un continente de regiones. Probablemente la integración política y económica vaya ocurriendo a ese nivel. Hay un espacio de integración que en la OEA difícilmente podrá consumarse", opina.
Estados Unidos "no mete las manos"
Por otro lado, el secretario general echó de menos una mayor presencia de América del Norte, "sobre todo de Estados Unidos, en la organización", porque "no hemos tenido una gran presencia".
"Mucha gente piensa que el problema es Venezuela o Bolivia, pero ellos siempre están ahí, siempre opinan, siempre actúan. Pero por alguna razón, aquello que siempre se supone, y es que Estados Unidos mete las manos en la OEA, ha estado lejos de ocurrir en el último tiempo", agrega .
Insulza sostiene que "los tiempos cambian" y por eso "hoy día ya no es aceptable para algunos países que quienes les dictan en materia de derechos humanos no pertenezcan a las convenciones".
"Ése es un tema complicado que Estados Unidos y Canadá tienen que ver", añadió, al recordar que no todos los socios de la OEA forman parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos o no la han ratificado, y "eso es algo que relativiza el objetivo de la OEA".
Chile-Bolivia
Reconoce que las diferencias entre los socios, como la que existe entre Bolivia y Chile por la salida al océano Pacífico, pueden afectar a la cohesión interna de la organización.
"Pero no olvidemos que ambos están en la Corte Internacional de Justicia de La Haya en virtud de un tratado suscrito en la Organización de Estados Americanos, el Pacto de Bogotá sobre Solución Pacífica de Controversias".
Drogas
Sobre el enfoque global del problema de las drogas, Insulza recordó el informe emitido por la secretaría general de la OEA que revisa el problema desde la óptica de la salud pública, "y no solamente como un tema de seguridad".
En este sentido, la alternativa propuesta por Uruguay, que legalizó la venta y el cultivo controlados de marihuana, le parece un experiencia digna de ser analizada. "La idea nuestra no es cuestionar, sino interpretar esto con la mayor flexibilidad", puntualiza.
Sobre su sucesor
Acerca de las elecciones en la OEA, Insulza prefiere no pronunciarse sobre los dos candidatos, el uruguayo Luis Almagro y el guatemalteco Eduardo Stein, a quienes conoce muy bien.
"Ambos son muy competentes. Y seguramente tienen que decir cosas fuertes sobre la OEA, como corresponde en toda campaña. No me voy a resentir por eso", acepta el actual secretario general.