La activista medioambiental sueca Greta Thunberg arribó a un puerto de Nueva York este miércoles, escoltada por una flotilla de 17 barcos de las Naciones Unidas.
Las embarcaciones también representan los otros tantos Objetivos de Desarrollo Sostenible que la ONU pide que se cumplan para el año 2030.
Varias decenas de personas han recibido a la activista con ovaciones y gritos de "bienvenida, Greta", quien devolvió los saludos desde la cubierta del velero ecológico Malizia II.
Su embarcación atracó en un pequeño puerto deportivo del suroeste de Manhattan lleno de decenas de activistas que se acercaron a mostrarle su apoyo, y de numerosos medios que cubren el fin de su travesía de dos semanas por el océano Atlántico.
"Necesitamos ayudarnos unos a otros para actuar, porque de otra manera puede ser muy tarde; no esperemos más, hagámoslo ahora", dijo Greta durante una conferencia de prensa que se dio tras su llegada.
La adolescente añadió que "si lo que estoy haciendo puede marcar la diferencia y puede llamar la atención sobre la crisis climática, entonces voy a usar esta oportunidad para tratar de cambiar las cosas".
"Estamos aquí porque (la crisis climática) es una cuestión de justicia intergeneracional y los adultos no están haciendo nada", dijo a Efe la activista Vanessa Rule, cofundadora de la ONG "Mothers Outfront".
Junto a un grupo de madres defensoras del medioambiente, Rul se ha acercado hasta el pequeño muelle neoyorquino North Cove Marina "para que Greta no se sienta sola".
"Aunque el gobierno de Estados Unidos no está haciendo mucho por el cambio climático, hay mucha gente en Estados Unidos que está presionando por un futuro mejor", agregó Rule.
Thunberg, que rechazó viajar en avión para evitar emisiones contaminantes para participar en la cumbre del clima que se celebrará el próximo 23 de septiembre en la ONU, zarpó en un velero del puerto británico de Plymouth el pasado 14 de agosto, llamando la atención sobre los peligros de la crisis climática.
La activista se embarcó en un largo periplo que la llevará, asimismo, a Canadá, México y finalmente a Chile, donde en diciembre prevé asistir a otra conferencia sobre la emergencia climática, la COP 25.
"Hay que seguir, sé que puede parecer imposible y desesperanzador a veces (...), solo tienen que continuar, porque si lo intentan con la fuerza suficiente, el tiempo suficiente, marcarán la diferencia y si hay suficiente gente luchando por lo correcto cualquier cosa es posible", concluyó Greta.