El sentido de humanidad ha colapsado en Alepo y todas las partes involucradas en la guerra de Siria son responsables, dijo este sábado el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, quien a nombre de la organización reclamó una vez más que se detengan las acciones militares.
Miles de civiles permanecen sitiados en el este de la ciudad (norte del país), tras la suspensión el viernes de una evacuación que permitió la salida de alrededor de 10.000 personas.
"Junto con otras organizaciones, estamos haciendo lo que podemos por varios miles de civiles que han sido forzados a huir, pero la acción humanitaria puede hacer poco para protegerlos en estas circunstancias", declaró Grandi.
"Las atrocidades se han convertido en algo normal y ya se han perdido demasiadas vidas", sostuvo.
No hay información oficial de cuantas bajas se han registrado en Alepo desde que hace dos meses las fuerzas gubernamentales, apoyadas por Rusia, lanzaron la última gran ofensiva contra los rebeldes, que habían tomado el control total del 70 por ciento de Alepo en 2013.
Grandi reiteró por ello el pedido de la ONU para que se detengan las acciones militares y se permita la salida segura de la población que sigue en la zona oriental de Alepo.
Recordó que para éstos la situación es más y más critica conforme pasan las horas, esperando a la intemperie y soportando heladas temperaturas el poder ser evacuados.
La Agencia de la ONU para los Refugiados ha entregado paquetes de emergencia para 8.000 niños huidos de Alepo en los últimos días, indicó el responsable.