La Policía de Australia informó este viernes que arrestó a una exsoldado australiana y a su esposo, ambos de origen ruso y con nacionalidad del país oceánico, por supuestamente acceder a material militar "sensible" con la intención de compartirlo con las autoridades de Rusia.
Los acusados son una mujer de 40 años de edad, que obtuvo la nacionalidad australiana en 2016 y fue soldado raso del Ejército del país oceánico, y su marido, un trabajador autónomo de 62 años que se nacionalizó australiano en 2020, según un comunicado de la Policía Federal Australiana publicado hoy.
Ambos, quienes llegaron a Australia hace más de una década, fueron detenidos el jueves en su vivienda en la ciudad de Brisbane, en el noreste del país, de acuerdo al comunicado suscrito también por la agencia de espionaje Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO, siglas en inglés).
La mujer, quien se desempeñó durante varios años como técnica de sistemas de información y había obtenido un permiso de seguridad del Ejército, y su marido han sido acusados de sendos cargos de preparación para un acto de espionaje.
Se trata de la primera acusación de espionaje que se formula en Australia desde la aprobación de una Ley contra la Interferencia Extranjera en 2018 y que acarrea una pena máxima de 15 años en prisión.
AUTORIDADES DESCARTAN RIESGO ACTUAL
Por su parte, el comisionado de la Policía Federal Australiana, Reece Kershaw, aseguró que la supuesta operación de espionaje ruso "ha sido desbaratada", por lo que ya no supone un riesgo importante para la seguridad nacional.
"Nuestros socios de los Cinco Ojos (la alianza de inteligencia que une a Australia, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Nueva Zelanda) y el Gobierno australiano pueden estar seguros de que los fuertes lazos con las agencias de lucha contra la injerencia extranjera nos permitirán seguir identificando y desbaratando las actividades de espionaje e injerencia extranjera", remarcó Kershaw.
Las autoridades australianas alegarán que la mujer, que comparecerá hoy ante un tribunal de Brisbane junto a su marido, realizó en 2023 viajes "no declarados" a Rusia con y sin su esposo, durante un período largo en que se encontraba de baja de las Fuerzas Australianas de Defensa.
Según la investigación, la exsoldado le dio instrucciones a su marido para acceder a su cuenta de trabajo oficial y le guió para acceder a información militar "específica" y "sensible" que envió directamente a su cuenta de correo electrónico privada mientras ella estaba en Rusia, con la intención de facilitarla a Moscú, de acuerdo al comunicado.
"El espionaje no es una pintoresca noción de la guerra fría. El espionaje daña nuestra economía y degrada nuestra ventaja estratégica. Puede tener consecuencias catastróficas en el mundo real", remarcó el director General de la ASIO, Mike Burgess.