Scott Morrison, hasta ahora jefe de la oficina del Tesoro de Australia, se convirtió este viernes en el líder del Partido Liberal -en el gobierno desde 2013- y sustituirá, a falta del proceso formal, como primer ministro a Malcolm Turnbull.
Turnbull, hasta ahora mandatario australiano, quien llegó al poder en 2015 en otra revuelta interna, llamó a los liberales a una votación con el objetivo de poner fin a la crisis de gobernabilidad y dejó entrever que dejará su asiento en el Parlamento de Camberra.
Morrison se impuso en la votación (45 votos frente a 40) al exministro de Interior, Peter Dutton, dijo a la prensa la encargada de asuntos disciplinarios de los liberales, Nola Marino.
Turnbull llamó la mañana de este viernes (jueves por la noche en Chile) a los parlamentarios liberales para una reunión extraordinaria, celebrada en una sala del Parlamento de Camberra, y tras recibir la petición de convocatoria firmada por 43 miembros del partido.
La víspera, Turnbull indicó que de someterse a voto el liderazgo del partido, él no presentaría su candidatura e incluso abrió la posibilidad de renunciar a su escaño en la Cámara Baja del Parlamento de Camberra, donde el Gobierno tiene un voto de ventaja.
Dutton, quien perdió el martes por 35 a 48 votos contra Turnbull en una votación por el liderazgo, había insistido en la celebración de una segunda reunión al considerar que tenía los votos necesarios para tomar las riendas del partido y Gobierno.
Tras la crisis desatada el martes, un total de 13 legisladores han renunciado a puestos ministeriales, entre ellos Cormann, otrora considerado el aliado más fuerte de Turnbull.
Según analistas, Morrison, el nuevo primer ministro, un cristiano practicante, es visto como un liberal moderado.
"Quiero felicitar a Morrison (...) y asegurar mi absoluta lealtad", declaró Dutton, líder de la revuelta contra Turnbull -quien no presentó candidatura-, al salir de la reunión que duró alrededor de 30 minutos.
Es la segunda vez que los liberales, agrupación vencedora en los comicios de 2013 y 2016, cambian de líder y de mandatario, después de que Turnbull le arrebatara el poder en 2015 mediante el mismo mecanismo interno a su correligionario Tony Abbott.
"Todavía hay un gobierno que salvar (...) Queremos hacer un país fuerte", dijo Abbott al concluir la asamblea.
Australia tiene previsto celebrar elecciones generales en 2019, aunque algunos analistas consideran que podrían adelantarse.
Las pugnas internas por el poder y los cambios de líderes se han hecho frecuentes en Australia desde hace casi una década, tanto en los gobiernos de la coalición Liberal-Nacional como en los del Partido Laborista.