El gobierno de Nueva Zelanda declaró este martes el estado de emergencia nacional por la destrucción que deja el ciclón Gabrielle en la Isla Norte, la más poblada del país y donde las inundaciones aislaron a varias localidades y obligaron a decenas de personas a refugiarse en los tejados de los edificios.
"Es un evento meteorológico sin precedentes que tiene un significativo impacto en buena parte de la Isla Norte", dijo en un comunicado el ministro de Gestión de Emergencias, Kieran McAnulty, al anunciar la declaración de emergencia nacional, la tercera de este tipo en la historia del país.
La medida -que se aplica a las regiones de Auckland, Northland, Tairāwhiti, Bay of Plenty, Waikato, Hawkes Bay y el distrito de Tararua-, responde a los daños dejados por Gabrielle, que tocó tierra en la Isla Norte el pasado domingo, aunque enseguida fue rebajado desde ciclón de categoría 2 (sobre un máximo de 5) a fuerte tormenta tropical.
El primer ministro neozelandés, Chris Hipkins, señaló en una conferencia de prensa este martes que "hay muchas familias desplazadas", aunque evitó brindar cifras concretas porque el país necesita "superar las próximas 24 a 48 horas".
Añadió que equipos de la Armada se desplazaron al terreno para ayudar con las evacuaciones.
En la ciudad de Auckland, que se recupera todavía de las inundaciones históricas de finales de enero, que dejaron cuatro fallecidos, la tormenta tropical se desplaza ahora hacia el sureste con rachas de hasta 120 kilómetros por hora.
CIENTOS DE PERSONAS ATRAPADAS
Las autoridades locales informaron que un bombero voluntario está desaparecido después de que una vivienda fuera aplastada por un desplazamiento de tierra en el barrio de Muriwai, al oeste de Auckland, mientras que otro resultó gravemente herido.
Por otro lado, centenares de residentes fueron evacuados o se encuentran atrapados en viviendas y vehículos, mientras que varias localidades de la Isla Norte están aisladas.
Asimismo, un aún indeterminado número de trabajadores agrícolas se ha refugiado en sus tejados debido a las inundaciones y están a la espera de ser rescatados, según imágenes divulgadas por la cadena pública TVNZ.
El paso de la tormenta tropical ha provocado un rastro de destrucción en diversas infraestructuras y dejado a decenas de miles de personas sin electricidad, una situación que se puede extender por varios días o semanas, según explicó la empresa pública energética Transpower.
Gabrielle, que cambió el fin de semana repentinamente de rumbo y evitó pasar por las Islas Norfolk -administradas por Australia-, también ha obligado la cancelación de diversos servicios de transporte marítimos, ferroviarios y aéreos.