El sector financiero de Nueva Zelanda tendrá que informar sobre el impacto mediambiental provocado por sus inversiones, después de que el Ejecutivo liderado por Jacinda Ardern propusiera la primera ley de este tipo en el mundo.
El país oceánico obligará también a bancos, aseguradoras y administradoras de inversiones a explicar como gestionarán los riesgos y oportunidades vinculados a los efectos en el medioambiente.
"Simplemente no podemos alcanzar las emisiones neutrales de carbono para 2050 a menos de que el sector financiero sepa cuál es el impacto de sus inversiones en el clima. Esta ley pondrá los riesgos y la resiliencia del clima en el corazón de las decisiones financieras y empresariales", explicó el ministro para el Cambio Climático, David Clark, en un comunicado.
La enmienda a la Ley del Sector Financiero, presentada ante el Parlamento de Wellington, donde el Partido Laborista de Ardern cuenta con mayoría absoluta, supondrá que unas 200 entidades del país presenten sus informes a partir del año 2023, indicó Clark junto al ministro de Asuntos del Consumidor, James Shaw.
La ley afectará a todos los bancos, cooperativas de crédito y sociedades de crédito hipotecario registrados, así como a gestores de inversiones y aseguradoras con activos totales superiores a 1.000 millones de dólares neozelandeses (701 millones de dólares estadounidense o 589 millones de eruos.
La medida también afectará a todos los emisores de acciones y deuda que cotizan en el mercado bursátil neozelandés, el NZX, además de compañías públicas con más de 1.000 millones de dólares neozelandeses.
El gobierno de la laborista Ardern se ha comprometido a que Nueva Zelanda alcance la neutralidad de emisiones de carbono antes de 2050 y a que más de la mitad de los automóviles del país sean eléctricos en 2035. En diciembre además declaró la emergencia climática en su territorio.