La Coordinadora de Derechos Humanos de Paraguay (Codehupy) denunció este viernes que en el país "se siguen reproduciendo prácticas dictatoriales", a pesar de que este fin de semana se cumplen tres décadas de democracia, tras la caída del dictador Alfredo Stroessner, quien gobernó el país entre 1954 y 1989.
El secretario ejecutivo de la Codehupy, Óscar Ayala, en un manifiesto aludía a comportamientos del pasado, con ejecuciones y torturas que "permanecen en la impunidad", reflejando las carencias del país en derechos humanos y lamenta que no se haya podido implementar un mecanismo efectivo unido a "la falta de educación efectiva en derechos humanos".
No obstante, desde la Codehupy reconocieron que en Paraguay se han "registrado avances en un desarrollo legislativo" y que buena parte de la sociedad civil trabaja "con convicción y compromiso" para fortalecer la democracia paraguaya y evitar la historia se repita.
La dictadura de Stroessner dejó cerca de 20.000 víctimas directas y más de 400 desaparecidos registrados, de los que sólo se han recuperado 37 cuerpos, además de torturas, abusos de mujeres y niñas, persecución, ataques a la población indígena y campesina, y las tierras apropiadas por los jefes de la dictadura.
Una serie de violaciones que el Estado paraguayo no termina de reconocer y condenar y que ahondan en las "grandes deudas que tiene el Estado paraguayo" con su pueblo, según señaló durante el acto el coordinador de la Mesa de Memoria Histórica, Antonio Pecci.