Fustigaron el viaje de Park Geun-Hye a Washington.
El régimen norcoreano advirtió de "un final miserable" en la alianza entre Corea del Sur y Washington.
La presidenta de Corea del Sur regresa este viernes a su país luego de visitar EE.UU.
Corea del Norte calificó como "un preludio para la invasión" de su país la actual gira a Estados Unidos de la presidenta surcoreana, Park Geun-Hye, en la que se reunió con Barack Obama y acusó a los aliados de elevar la tensión regional.
El viaje de Park a EE.UU. es "un encuentro desagradable entre el maestro y su sirviente para elevar la tensión en la península de Corea", además del "preludio a una guerra peligrosa para invadir Corea del Norte y realizar la estrategia de dominar Asia", indicó la agencia estatal norcoreana KCNA en un comunicado.
El despacho, suscrito por el Comité para la Reunificación Pacífica de Corea, órgano del régimen de Kim Jong-Un sobre políticas hacia sus vecinos del sur, acusó a Park de realizar falsos llamados a la confianza y "calumniar a Corea del Norte por su estrategia de impulsar el crecimiento económico y la fuerza nuclear".
El régimen norcoreano también advirtió a la jefa de Estado de Corea del Sur, que "haría bien en pensarse dos veces" su alianza con EE.UU., a quién, aseguró, "le deparará un final miserable".
Primera gira de la presidenta
Park Geun-Hye partió el pasado domingo a EE.UU. en su primer viaje oficial al extranjero desde que asumiera el cargo de presidenta el pasado mes de febrero.
Park, que regresará este viernes a Seúl, se reunió el martes en Washington con Barack Obama, en un encuentro bilateral en el que ambos mandatarios reafirmaron su alianza en defensa frente a las amenazas de Corea del Norte y prometieron responder duramente ante una eventual agresión del país comunista.
Obama pidió a Corea del Norte que abandone su aislamiento y emprenda reformas democráticas, mientras Park subrayó que el militarizado régimen de Kim Jong-Un "no será capaz de sobrevivir" si persigue tener armas nucleares mientras sus ciudadanos sufren graves carencias económicas.
La situación en la península coreana estos días es de tensa calma, después de que a mediados de abril Pyongyang bajara el tono tras un mes y medio de duras amenazas de guerra, que elevaron a niveles peligrosos la tensión regional.
