Corea del Norte y Corea del Sur alcanzaron este lunes un acuerdo para poner fin a una tensa crisis militar después de tres días de maratonianas reuniones de alto nivel.
Según anunciaron los negociadores de Seúl, en el acuerdo Pyongyang accede a lamentar su ataque con minas del día 4, que provocó un intercambio de fuego de artillería, y prometió hacer esfuerzos para no recurrir a más provocaciones.
Por su parte, el Gobierno de Seúl acordó apagar a las 12:00 horas locales del martes (la medianoche de este lunes, hoa de Chile) los altavoces que emiten propaganda en la frontera contra el régimen de Kim Jong-un, detalló Kim Kwan-jin, director de la Oficina de Seguridad Nacional de Corea del Sur.
Seúl comenzó las transmisiones propagandísticas contra el Norte a principios de este mes, por primera vez en 11 años, como represalia por la colocación de las minas terrestres.
El Gobierno de Corea del Norte pidió repetidamente que se pusiera fin a estas transmisiones, al considerarlas un insulto a su dignidad.
Altos representantes de las dos Coreas llegaron al acuerdo tras negociar desde el sábado de manera prácticamente ininterrumpida en la Aldea de la Tregua de Panmunjom, ubicada en la frontera del paralelo 38.
El reconocimiento de Pyongyang
El principal representante de Seúl en las negociaciones calificó el gesto de Pyongyang de admitir los ataques como "muy significativo", según declaraciones recogidas por la agencia local Yonhap.
Hasta ahora Corea del Norte había negado su implicación en el incidente de las minas y aseguraba que no disparó proyectil alguno, acusando a Seúl de haber inventado los hechos.
Desde el pasado jueves, la tensión entre las dos Coreas había alcanzado un alto grado y Pyongyang llegó a calificar la situación como "casi estado de guerra".
Las maratonianas sesiones de diálogo 2+2 que permitieron un acuerdo esta madrugada han estado protagonizadas por cuatro de los altos cargos más influyentes de Seúl y Pyongyang.
La escalada de la tensión -que incluyó el intercambio de disparos de artillería- era seguida con atención desde diversas partes del mundo. (Foto: EFE)
Frente a Kim Kwan-jin, que impuso en 2010 (como ministro de Defensa) duras sanciones al Norte tras dos ataques militares, se sentó Hwang Pyong-so, vicemariscal y director del buró político del Ejército Popular de Corea del Norte, considerado "número dos" del Estado comunista.
Por su parte, Hong Yong-pyo y Kim Yang-gon son respectivamente los máximos responsables de las relaciones intercoreanas de Sur y Norte.
Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-1953), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.
Como herencia de aquel conflicto, Estados Unidos mantiene 28.500 militares en Corea del Sur y está comprometido a defender a su aliado en caso de producirse un conflicto armado con el régimen del Norte.