El Departamento de Estado llamó a evitar acciones que puedan "acrecentar las tensiones".
Nuevo lanzamiento fue revelado por las autoridades de Corea del Sur.
La diplomacia estadounidense apuntó que sigue "firme" en el compromiso de la defensa de sus aliados.
El Departamento de Estado de Estados Unidos pidió este viernes al régimen de Corea del Norte que "se contenga" y evite acciones que puedan "acrecentar las tensiones" después de que el país asiático lanzase un nuevo misil balístico que voló una distancia de unos 800 kilómetros hasta caer en el mar.
En un comunicado, el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, confirmó que EE.UU. tiene conocimiento de las informaciones sobre este nuevo lanzamiento (revelado por las autoridades de Corea del Sur) y que está "observando" la situación en la península de Corea.
"Pedimos a Corea del Norte que se contenga y evite acciones que puedan acrecentar las tensiones y que se centre en dar pasos concretos hacia el cumplimiento de sus compromisos y obligaciones internacionales", indicó Kirby.
La diplomacia estadounidense apuntó que sigue "firme" en el compromiso de la defensa de sus aliados, "incluyendo a Corea del Sur y Japón".
El Ejército Popular norcoreano lanzó el misil hacia el Mar del Este (Mar de Japón) alrededor de las 05:55 hora local (18:55 hora de Chile del jueves) desde el condado de Sukchun, al norte de Pyongyang, detalló el Estado Mayor Conjunto de Seúl (JCS).
Aunque Seúl no especificó el modelo de misil, un portavoz del Ministerio de Defensa indicó a EFE que parece tratarse de un Rodong, que cuenta con un alcance de 1.300 kilómetros.
También reveló que unos 22 minutos después del primer lanzamiento se produjo un segundo desde la misma zona de lo que pareció ser otro misil, pero este desapareció del radar de las autoridades surcoreanas a unos 17 kilómetros de altura, por lo que se cree que pudo haber explotado en el aire.
El lanzamiento se ha producido en un momento de fuerte tensión en la península de Corea después de que Pyongyang realizara el 6 de enero su cuarta prueba nuclear subterránea y lanzara el 7 de febrero un satélite a bordo de un cohete, lo que ha sido respondido con duras sanciones por el Consejo de Seguridad de la ONU.
