Este martes, el gobierno de Corea del Norte anunció que realizó su primera prueba con una bomba nuclear de hidrógeno, cuya detonación es mucho más poderosa que la de los dispositivos atómicos convencionales que ha utilizado el país en pruebas anteriores.
La bomba de hidrógeno, o "Bomba H", es el arma más poderosa disponible en el mundo, según confirmó a BBC Mundo Matthias Grosse Perdekamp, experto sobre armas nucleares y control de armas en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.
Y aunque se desconocen mayores detalles de la prueba realizada por Corea del Norte, la publicación recuerda que hasta la fecha ninguna explosión ha superado la potencia de la "Bomba del Zar", una bomba de hidrógeno de 50 megatones, el equivalente a 50 millones de toneladas de dinamita, y que fue probada por la Unión Soviética en octubre de 1961.
De hecho, la bomba soviética fue alrededor de 3.000 veces más poderosa que la bomba atómica lanzada por Estados Unidos sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945, la primera empleada en un conflicto bélico.
Sobre el caso de Corea del Norte, Rodrigo Álvarez, académico de la Universidad Mayor y experto en seguridad nuclear, precisó que "todos los análisis, toda la información que se maneja hasta ahora es que existen dudas razonables y bastante altas con respecto a que esto haya sido un tipo de 'bomba H'".
"Es importante, porque si llegase a ser realmente una bomba de estas características, Corea del Norte habría entrado en una etapa o en una zona que ya debería ameritar o podría ameritar una acción global de características más complejas", añadió.
Explicación técnica
La principal diferencia entre ambas bombas es que en el proceso de fisión de las llamadas bombas atómicas, como las de Hiroshima y Nagasaki, los núcleos de los átomos de sustancias como el uranio 235 o el plutonio 239 se dividen en átomos más pequeños para liberar energía.
Además, los científicos nucleares sólo han logrado realizar el proceso por un número limitado de veces, lo que significa que la energía que puede liberarse tiene un límite: los 500 kilotones apuntados por Grosse Pederkamp.
En tanto, la fusión, proceso clave en las bombas de hidrógeno, es inverso, ya que los núcleos de los átomos de unos componentes del hidrógeno se unen para formar núcleos más grandes y este proceso puede realizarse infinitas veces, por lo que teóricamente no hay límites en la potencia que se puede alcanzar.
La fusión nuclear es además un proceso mucho más complejo, por lo que Grosse Pederkamp dudaba, en diciembre, de la veracidad del anuncio del líder de Corea del Norte y es que, entre otras cosas, para hacerla posible antes hay que controlar el proceso de fisión.