El Gobierno de Corea del Sur condenó duramente a su homólogo de Corea del Norte por llamar "prostituta" -entre otros insultos- a la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, tras la visita a Seúl de su homólogo estadounidense, Barack Obama.
El Ministerio de Unificación aseguró, en un comunicado, que los insultos de Pyongyang, difundidos a través de su agencia estatal KCNA, son "inmorales" y rompen el pacto de no agresión verbal que ambos Gobiernos suscribieron a principios de año.
Corea del Norte afirmó que en la rueda de prensa que ofreció con Obama, Park Geun-hye "mostró su verdadera cara como una perversa aduladora y traidora, una mujer de confort para EEUU y una despreciable prostituta que vende a su nación", según el comunicado publicado el domingo por KCNA.
"Lo que hizo Park frente a Obama recuerda a una chica indiscreta que ruega a un gángster que golpee a alguien, o a una puta caprichosa", señala el despacho suscrito por el estatal Comité para la Reunificación Pacífica de Corea, en el que el régimen mostró un tono aún más elevado de lo habitual.
La visita de Obama a Seúl desató la furia del régimen comunista. (Foto: EFE)
Durante la visita de Obama a Seúl, los líderes de Corea del Sur y EE.UU. prometieron en su conferencia de prensa conjunta -el viernes- seguir trabajando "hombro a hombro" ante las "provocaciones" de Corea del Norte, país al que instaron una vez más a abandonar su programa de desarrollo de armas nucleares.
En su comunicado de respuesta, el régimen de Kim Jong-un acusó a Park de criticar duramente su programa atómico y a su vez "mantener silencio sobre las armas nucleares de EEUU".
Corea del Norte ya dedicó semanas atrás a la presidenta del Sur calificativos como "excéntrica solterona " o "gallina" por sus comentarios negativos sobre la economía del régimen comunista. También tuvo palabras denostatorias para el presidente de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Pyongyang, Michael Kirby, al que llamó "viejo lujurioso" y "maricón".
El nuevo roce entre las dos Coreas llega en un momento de tensión después de que fotografías por satélite revelaran que Pyongyang puede estar preparando una nueva prueba nuclear, que sería la cuarta tras las realizadas en 2006, 2009 y 2013.
Park y Obama amenazaron en su última rueda de prensa al régimen norcoreano con más sanciones y un todavía mayor aislamiento internacional en caso de que lleve a cabo el ensayo atómico.